viernes, 7 de junio de 2024
Siempre hacia el horizonte
martes, 7 de mayo de 2024
Hagamos el bien
La bondad siempre ha sido una cualidad admirable. Ayudar a los demás es algo que los seres humanos han hecho desde el principio de los tiempos, y es una práctica que sigue siendo muy importante en la actualidad. Hacer el bien a los demás nos ayuda a crecer como personas, nos conecta con nuestra comunidad y nos da una sensación de satisfacción personal.
El problema puede volverse más complicado y no se repetirá la oportunidad de ayudar. La buena semilla plantada ahora es garantía de una valiosa producción en el futuro.
Una palabra útil, dicha sin medida, será siempre una luz en el ambiente en que vivimos. Si deseamos ser perdonados por alguna falta, acerquémonos a aquellos a quienes hemos herido y revelemos nuestro propósito de corrección.
Si nos proponemos ayudar a nuestro prójimo, ayudémoslo sin demora, para que la bendición de nuestra práctica fraterna responda a las necesidades de nuestro Hermano, de manera eficiente.
No nos quedemos dormidos ante la posibilidad de hacer el bien y hacerlo lo mejor que podamos. No nos quedemos en una expectativa inoperante, cuando podemos contribuir a la alegría y a la paz.
Recordemos que, posponer el bien que podemos realizar es perder el tiempo y, en cierto modo, frustrar las expectativas Divinas y la misión terrena que, por el Creador, nos ha sido delegada.
martes, 30 de abril de 2024
El regalo de la vida
Hoy, he hablado con un amigo que está pasando por momentos dificiles, y me transmite desconsoladamente que "¡Quiere morirse!". Le respondí de manera inmediata que desterrase esos pensamientos, pues tiene motivos sobrados para ser agradecido, agradecido y agradecido, porque la gratitud es la grandeza del alma, es el reconocimiento de los beneficios recibidos de nuestro prójimo y, de manera especial, de nuestro Creador, por las infinitas posibilidades con las que nos permite vivir.
Si Dios permite que las pruebas nos visiten es porque sabe que podremos soportarlas, aprovechándolas y superándonos internamente.
Incluso en situaciones angustiosas, debemos reconocer los beneficios que recibimos, porque a veces es a través de ellos que podremos desarrollar el amor en nuestro corazón y mejorar nuestro espíritu.
Por tanto, aceptar con resignación las dificultades cotidianas no es disfrutar del sufrimiento, es reconocer lo bueno en todos los aspectos de la vida, fortaleciéndonos en la lucha por superarlas.
Si Dios nos lo permite y nos da vida cada amanecer, agradezcamos a Él por este gran regalo y luchemos para que nuestra vida corresponda a Sus planes. Además de ser nuestro deber, Dios renueva nuestras fuerzas cada día.
Un gran martes para todos nosotros, y que el balance de nuestro día sea positivo y gratificante cuando llegue la noche
sábado, 17 de febrero de 2024
Contratiempos y buen carácter
No cuesta mucho prestar más atención a lo que decimos o hacemos. Es necesario estudiar el momento, las circunstancias y, sobre todo, tener presente que nuestro prójimo, como nosotros, también es hijo de Dios, con sentimientos, conciencia y espíritu.
La buena conducta resulta del cultivo del buen carácter. Cuando respetamos la sensibilidad de los demás y somos considerados con ellos, tanto en pensamientos como en acciones, estamos almacenando bendiciones divinas para nuestras vidas e iluminando nuestros corazones con las luces de la nobleza espiritual.
Y no permitamos que estas luces se apaguen, ni siquiera si, a veces, la tristeza, las revueltas y el mal, a toda costa, quieren tomarnos el pulso y el rumbo de nuestras acciones. Ante los contratiempos, reflexionemos seriamente y reaccionemos con firmeza y mucho amor y, sobre todo, en silencio, hablemos con nuestro Creador. ¡Y todo se resolverá!
Estemos seguros de que es a través del poderoso silencio de nuestra conciencia que hablamos sinceramente con el Creador ¡Y Él nunca dejará de escucharnos!
jueves, 17 de agosto de 2023
"Mens sana in corpore sano"
Vivir bien es no ceder a los excesos. Amemos mucho a los que nos rodean, pero sepamos amarnos también a nosotros mismos. Ciertos "amores" y pasiones pueden traer decepción y amargura.
Seamos felices, pero sepamos qué es realmente la felicidad, y qué se necesita para conquistarla, empezando por cuidar nuestro cuerpo. Tratémoslo con respeto y amor, porque debemos dar cuenta de ello al Creador.
El bienestar del cuerpo no solo depende de cómo lo cuidemos físicamente, sino también espiritualmente. Una vida equilibrada juega un papel muy importante en el mantenimiento de la salud física y mental.
Tratemos de eliminar los vicios del organismo y del pensamiento. Necesitamos disciplinar nuestra voluntad teniendo más control sobre ella y, al dominarla, todo nos será más fácil para tener una vida sana y feliz.
Tomemos un tiempo, para evaluar nuestra salud física y mental, y no tengamos miedo de cambiar nuestras actitudes, si es necesario. Solo podemos ganar con una autoevaluación honesta.
viernes, 21 de mayo de 2021
Colas del HAMBRE
El acaparador del trigo no podrá abastecerse en la mesa, salvo unas rebanadas de pan, para satisfacer las exigencias de su hambre; y el dueño de la fábrica de telas solo dependerá de unos pocos metros de tela para confeccionar ropa para su propio uso.
Por lo tanto, nadie debe alimentarse y vestirse con los estándares de la gula y la vanidad, sino de acuerdo con los principios que rigen la vida en sus bases naturales.
¿Por qué esperar un banquete para ofrecer unas migajas al vecino hambriento? ¿Por qué primero acumular tesoros para ser útiles a los necesitados? La caridad no puede depender de lo que nos queda, porque es una fuente que nace del corazón.
Siempre es justo desear algo más que nos ayude a nosotros ya nuestro vecino en días difíciles e inseguros, sin embargo, es deplorable la subordinación de la práctica del bien a la caja fuerte disecada.
Abramos las puertas de nuestra alma y dejemos que nuestro sentimiento de simpatía brille para todos, así como el sol cuyos rayos iluminan, alimentan y calientan a todos indistintamente, o como la lluvia que, a cántaros, fertiliza la tierra y alimenta a miles de millones de vidas. .
Compartimos lo poco o mucho que tenemos con nuestros compañeros de viaje, y el significado de la buena voluntad, respaldada por el amor, eventualmente se convertirá en prosperidad común. Algunas semillas, regadas con mimo, a lo largo de los años forman un extenso bosque.
Por eso, siempre, con alegría, ayudemos a todos los que comparten la marcha con nosotros, porque según el Libro Sagrado, si tenemos la gracia de contar con pan y vestido para cada día, tenemos la obligación de VIVIR y SERVIR, en paz y alegría.
Meditemos un poco, este viernes, sobre la importancia equilibrada entre la búsqueda de la abundancia necesaria y la caridad redentora del compartir.
¡Un abrazo!
martes, 11 de agosto de 2020
Optimismo
La diferencia entre ellos radica en la forma en que se dejan tocar por los acontecimientos y confían en el contenido de sus intenciones.
¿En qué dirección vamos? ¿Para quién hacemos las cosas? ¿Cómo nos comportamos cuando los esfuerzos que hacemos son en vano? Todo depende de la intención con la que vivamos y actuemos. La buena intención lo vale.
Si tenemos un proyecto de vida, aunque sea pequeño, y lo llevamos a cabo con buena intención, el éxito está asegurado. Si aparecen obstáculos en el transcurso del proyecto, la buena intención gana aún más importancia y valor. Y nos hace grandes.
La intención es buena, cuando nuestro principal pensamiento es ayudarnos a nosotros mismos, sin perjuicio de los demás; o, mejor aún, ayudar a otros sin esperar una recompensa.
La buena intención es un camino de flores que nos lleva a una vida mejor. Entonces, ¡tengamos un excelente día, lleno de optimismo!
¡Un abrazo!
martes, 4 de agosto de 2020
Construye tus objetivos
Generalmente queremos que las cosas cambien, pero no tomamos la iniciativa para hacerlo. No queremos asumir la responsabilidad de comenzar este cambio por nuestra cuenta.
Somos los que debemos crear nuevos hechos en la vida, sembrando las buenas semillas del pensamiento, el deseo y la acción, para que podamos cosechar los frutos de las transformaciones que consideremos necesarias.
Decidimos cuáles son nuestros objetivos, cómo y cuándo comenzar a actuar. El destino no nos elige. Lo elegimos y depende de nosotros construirlo. Es personal e intransferible.
Solo recorreremos el mundo una vez, y cualquier contribución que podamos hacer para mejorarlo, tenemos que hacerlo ahora. Es la garantía de que el mundo después de nosotros será mejor de lo que es hoy, y para eso, en lugar de esperar o buscar oportunidades, debemos crearlas.
No nos hagamos ilusiones de que somos el resultado de los hechos que suceden a nuestro alrededor, somos nosotros quienes tenemos que crear los hechos, siendo los agentes de las transformaciones.
Escuchemos la voz de nuestra conciencia y hagamos todo lo posible para que los cambios provengan de nuestro interior, de nuestras convicciones.
Recordemos siempre, que cuando algo no sucede como esperábamos, somos optimistas porque, ¿quién garantiza que no podría haber sido mucho peor?
¡Un abrazo!
sábado, 1 de agosto de 2020
No hay felicidad sin amor.
La mayoría de las personas buscan la felicidad en la complejidad de las cosas y, casi siempre, afuera, en algo o en alguien.
Piensan, por ejemplo, que la riqueza y el éxito son fórmulas que garantizan la felicidad cuando, de hecho, este es el resultado. Otros, menos ambicioso, concluyen que el solo hecho de estar sano es suficiente felicidad en sus vidas.
La salud es una condición necesaria para la vida y está disponible para la mayoría de los seres humanos, sin embargo, muchas personas, a pesar de la buena salud, no están contentas.
La felicidad no se encuentra en las cosas, en las personas o en la riqueza, ni, simplemente, en la salud. Para ser felices, necesitamos: hacer las cosas bien, amar lo que hacemos bien y ser pacientes a la espera del resultado. La felicidad viene!
El secreto es que la verdadera felicidad está dentro de nosotros, en la simplicidad de los pequeños actos de bondad hacia nosotros y hacia nuestro prójimo, anclados en el amor fraternal incondicional. No hay felicidad sin amor.
Es esencial que los gestos y las actitudes optimicen la felicidad. Hacer el bien a los demás, sorprender a tu ser querido, ser útil en las tareas diarias y cumplir con nuestros deberes, son pequeñas cosas que nos hacen felices.
Para ser feliz, no es necesario tener nuestra mente en la riqueza, sino traer cosas ricas a nuestra mente. Nuestra espiritualidad es la esencia de nuestra vida, y el lado material muestra la forma de su manifestación.
Hoy, recuerda que cuanto más poblamos nuestras vidas con pensamientos cargados de amor por todos los que nos rodean, mejor viviremos juntos y más felices seremos.
¡Un abrazo!
Domina tus emociones
Podemos sentir las formas más diversas de emociones: ira, anhelo, melancolía, tristeza, miedo, ansiedad, etc.
La emoción revuelve el espíritu, acelera o reduce el orden mental, provocando un desequilibrio en nuestras acciones y reacciones. En esos momentos, debemos esforzarnos por dominar la mente.
El dominio de la mente comienza cuando detenemos las palabras y medimos cada oración pronunciada, dentro de una atmósfera de absoluta normalidad. Para hacer esto, debes pensar despacio, calmar tus palabras y ser paciente.
De esta manera, llegaremos a la serenidad necesaria para controlar la situación, ordenar palabras con equilibrio y superar las crisis emocionales.
Lo que sale de la boca es la fuerza creativa y no hay forma de hacer que regrese. Por lo tanto, pensemos detenidamente antes de hablar, evitemos los excesos, rijámonos por la verdad y el sentido común, regulemos el tono de nuestra voz y no seamos groseros.
No cobramos represalias ni buscamos responsables. Si nuestra mente busca soluciones, nos volvemos positivos. Y si busca razones, nos volvemos negativos. Por lo tanto, pasemos más tiempo conscientes que soñando, haciendo que planeando, viviendo que esperando.
Recordemos con serenidad que: "La franqueza no consiste en decir todo lo que se piensa, sino en pensar todo lo que se dice".
¡Un abrazo!
martes, 28 de julio de 2020
AMOR verdadero
Si queremos ser felices, amémonos.
La mayoría de la gente no sabe el verdadero significado del amor. Limitan su amor a las pasiones o sentimientos que tienen cuando están enamorados. El amor es un sentimiento amplio que no se limita a una sola persona.
Por supuesto, el amor del esposo o la esposa se confunde con el placer y la alegría, pero en realidad, el amor es un sentimiento de sacrificio, practicado por personas dispuestas a renunciar a los deseos personales en beneficio de otras personas.
Mientras las personas no definan el amor, hasta que se den cuenta de que el amor es algo que no depende de la posesión, el egocentrismo, la planificación, el miedo a perder, la necesidad de ser correspondido, el amor no será amor.
El amor requiere abnegación, renuncia, otorgamiento y compasión. No busca riquezas o vanidades y se completa haciendo el bien y brindando momentos de felicidad a nuestro prójimo.
El amor es transparencia, pureza. No es falso y está unido con la verdad como dos caras de la misma moneda y es imposible separarlas. El amor es el resultado de nuestra comprensión de la espiritualidad divina que existe en todos nosotros.
Si queremos menos violencia en el mundo, más armonía entre las personas, menos envidia, celos, egoísmo, orgullo y más tolerancia, creemos más amor en nuestros corazones.
Este martes, recordando al apóstol Pablo, asegurémonos de que siempre quedarán tres cosas: fe, esperanza y amor. Pero el más grande de todos es el amor.
¡Un abrazo!
jueves, 23 de julio de 2020
Escoger bien
lunes, 13 de julio de 2020
Comenzar de nuevo

martes, 7 de julio de 2020
Sé feliz siempre.
miércoles, 1 de julio de 2020
¡No te rindas!
lunes, 29 de junio de 2020
Confía en Él
jueves, 25 de junio de 2020
Siempre positivo
Todas las elecciones se hicieron con el sentimiento de razón o emoción, y fueron caminos que elegimos, seguros de que eran los mejores para ese momento.
En este caso, por lo tanto, las consecuencias de una acción no la hacen moralmente buena ni mala, la intención lo es todo y es a través de ella que el Creador nos juzga.
El pasado es pasado, pero el mañana durará para siempre y no podemos permitir que el pasado controle nuestro presente e interfiera negativamente en nuestro futuro. Si lo permitimos, mantendremos un enlace que vincule nuestros próximos pasos con las huellas negativas dejadas atrás.
Vayamos a nuestros corazones y veamos qué nos ha transformado nuestra historia y decidamos qué hacer a partir de ahora.
No intentemos convertirnos en algo que nunca fuimos, sino que recuperemos lo que realmente somos. Si no hacemos nada, viviremos en la sombra de las frustraciones e insatisfacciones, esperando que algo de magia haga los cambios que necesitamos.
No confundamos la fe y la esperanza con la conveniencia y la pereza. Tengamos desprendimiento; dejar ir a nuestro viejo yo; abramos nuestros brazos a los nuevos tiempos y veamos los nuevos caminos que se abren cada amanecer.
A partir de este jueves, fortaleceremos más las expectativas positivas, llevando nuestra increíble capacidad de acción con optimismo y confianza.
martes, 23 de junio de 2020
El poder de la palabra
La emoción revuelve el espíritu, acelera o reduce el orden mental, provocando un desequilibrio en nuestras acciones y reacciones. En esos momentos, debemos esforzarnos por dominar la mente.
El dominio de la mente comienza cuando detenemos las palabras y medimos cada oración pronunciada, en una atmósfera de absoluta normalidad. Para eso, debes pensar despacio, calmar tus palabras y ser paciente.
De esta manera, llegaremos a la serenidad necesaria para controlar la situación, ordenar palabras con equilibrio y superar las crisis emocionales.
Lo que sale de la boca es la fuerza creativa y no hay forma de hacer que regrese. Por lo tanto, pensemos detenidamente antes de hablar, evitemos los excesos, que la verdad y el sentido común, regule el tono de nuestra voz y no sea grosero.
No cobramos ni buscamos responsables. Si nuestra mente busca soluciones, nos volvemos positivos. Y si busca razones, nos volvemos negativos.
Por lo tanto, pasemos más tiempo dándonos cuenta que soñando, haciendo que planeando, viviendo que esperando, porque, aunque casi muere, está vivo, casi vive, ya ha muerto.
Recordemos, con serenidad que: "La franqueza no consiste en decir todo lo que se piensa, sino en pensar todo lo que se dice".