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miércoles, 19 de marzo de 2025

Para qué he vivido




Hoy, un H. muy querido me hizo llegar este texto extraordinario. Su lectura me impactó profundamente y resonó en mi interior de una manera que me llevó a reflexionar. Las ideas que encontré en él me parecieron tan valiosas que sentí la necesidad de compartirlas contigo, esperando que también te inspiren y te inviten a la reflexión.

"Para qué he vivido, por Bertrand Russell

[PÓRTICO]

 Tres pasiones simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación.

He buscado el amor, primero, porque conduce al éxtasis, un éxtasis tan grande, que a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad, esa terrible soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión del amor he visto, en una miniatura mística, la visión anticipada del cielo que han imaginado santos y poetas. Eso era lo que buscaba y, aunque pudiera parecer demasiado bueno para esta vida humana, esto es lo que -al fin- he hallado.

Con igual pasión he buscado el conocimiento. He deseado entender el corazón de los hombres. He deseado saber por qué brillan las estrellas. Y he tratado de aprehender el poder pitagórico en virtud del cual el número domina al flujo. Algo de esto he logrado, aunque no mucho.

El amor y el conocimiento, en la medida en que ambos eran posibles, me transportaban hacia el cielo. Pero siempre la piedad me hacia volver a la tierra. Resuena en mi corazón el eco de gritos de dolor. Niños hambrientos, víctimas torturadas por opresores, ancianos desvalidos, carga odiosa para sus hijos, y todo un mundo de soledad, pobreza y dolor convierten en una burla lo que debería ser la existencia humana. Deseo ardientemente aliviar el mal, pero no puedo, y yo también sufro.

Ésta ha sido mi vida. La he hallado digna de vivirse, y con gusto volvería a vivirla si se me ofreciese la oportunidad."


El eco de las pasiones: Una reflexión sobre el legado de Russell y el sentido de la vida

El texto de Bertrand Russell, un susurro que ha viajado a través del tiempo, ha resonado en mi alma como un eco profundo. "Tres pasiones simples, pero abrumadoramente intensas..." y así, el filósofo nos invita a un viaje íntimo a través de su existencia, un viaje que, en su esencia, es el viaje de todos nosotros.

¿Para qué vivimos? Esta pregunta, tan antigua como la humanidad misma, encuentra respuestas diversas en el corazón de cada individuo. Russell, con su honestidad brutal, nos revela las suyas: el amor, el conocimiento y la piedad. Tres pilares que sostuvieron su vida, tres faros que iluminaron su camino en medio de la oscuridad.

El amor, esa fuerza primigenia que nos arrastra hacia el otro, que nos hace sentir completos, que nos muestra la belleza de la conexión humana. Russell lo describe como un éxtasis, un gozo tan intenso que justifica la existencia misma. ¿Quién no ha experimentado esa chispa, esa llama que enciende el alma y nos hace sentir vivos? El amor nos rescata de la soledad, ese abismo frío e insondable que nos acecha, y nos muestra un atisbo de paraíso en la tierra.

El conocimiento, por su parte, es la sed insaciable que nos impulsa a explorar el mundo, a desentrañar sus misterios, a comprender la esencia de las cosas. Desde la inmensidad del cosmos hasta la complejidad del alma humana, el conocimiento nos invita a un viaje sin fin, un viaje que nos enriquece, nos transforma y nos permite dejar nuestra huella en el mundo. ¿No es acaso el conocimiento la herramienta que nos permite construir un futuro mejor?

Pero no podemos olvidar el dolor, el sufrimiento que nos rodea, la injusticia que nos indigna. La piedad, esa voz que clama por los oprimidos, por los desfavorecidos, por los que sufren, nos recuerda que somos parte de una humanidad compartida, que el dolor de uno es el dolor de todos. Russell, con su corazón compasivo, nos muestra la importancia de la empatía, de la solidaridad, de la lucha por un mundo más justo y equitativo.

Y es que la vida, como bien lo sabía Russell, es una mezcla de luces y sombras, de alegrías y tristezas, de amor y dolor. No podemos escapar del sufrimiento, pero podemos elegir cómo enfrentarlo. Podemos elegir amar, aprender, crecer, luchar. Podemos elegir vivir con pasión, con valentía, con esperanza.

El legado de Russell nos invita a reflexionar sobre nuestras propias pasiones, sobre los pilares que sostienen nuestras vidas. ¿Qué nos mueve? ¿Qué nos impulsa a seguir adelante? ¿Qué huella queremos dejar en el mundo?

La respuesta, como siempre, reside en nuestro interior. En la búsqueda constante de sentido, en la construcción de una vida que valga la pena ser vivida. Porque, al final, lo que importa no es cuánto tiempo vivimos, sino cómo vivimos.

lunes, 3 de febrero de 2025

Reflexiones sobre la sabiduría de la vida: un diálogo entre la naturaleza y el espíritu humano




La búsqueda de la sabiduría ha sido una constante en la historia de la humanidad. A menudo, buscamos respuestas en libros, en la filosofía o en las enseñanzas de grandes pensadores. Sin embargo, olvidamos que la sabiduría también se encuentra en la observación y comprensión del mundo natural que nos rodea. La naturaleza, en su infinita complejidad y belleza, es una fuente inagotable de lecciones sobre la vida, el propósito y la felicidad.

En este ensayo, exploraremos la sabiduría de la vida a través de un diálogo entre la naturaleza y el espíritu humano. Reflexionaremos sobre cómo podemos aprender de los procesos naturales, cultivar la gratitud y vivir con propósito, inspirándonos en las enseñanzas de grandes filósofos y líderes espirituales.

La naturaleza como maestra

La naturaleza nos enseña sobre la importancia de la paciencia y la perseverancia. Como dijo Lao Tzu, "La naturaleza nunca se apresura, pero todo se logra". Observamos el lento pero constante crecimiento de un árbol, la transformación de una oruga en mariposa o el ciclo del agua que nutre la tierra. Estos procesos nos recuerdan que la vida tiene su propio ritmo y que debemos aprender a fluir con él, sin forzar los acontecimientos.

La naturaleza también nos muestra la belleza de la impermanencia. Todo cambia y se transforma constantemente. Las hojas caen en otoño, las flores florecen en primavera y el agua se evapora para volver a llover. Esta realidad nos invita a aceptar los ciclos de la vida, a adaptarnos a los cambios y a apreciar el presente.

El amanecer como símbolo de renovación

Cada amanecer es un nuevo comienzo, una oportunidad para renovarnos y reconectar con nuestro propósito. Como dijo Buda, "Cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy es lo que más importa". El amanecer nos recuerda que cada día es un regalo y que podemos elegir cómo vivirlo. Podemos optar por la gratitud, el amor y la alegría, o por el resentimiento, el miedo y la tristeza. La elección es nuestra.

La gratitud como llave de la felicidad

Agradecer por los dones de la naturaleza, como el agua, el aire, los árboles y las flores, nos conecta con la abundancia que nos rodea. La gratitud es una actitud que nos permite apreciar lo que tenemos en lugar de enfocarnos en lo que nos falta. Al cultivar la gratitud, abrimos nuestro corazón a la alegría y la paz interior.


Vivir con propósito

La naturaleza nos invita a vivir con propósito, a descubrir nuestra vocación y a contribuir al bienestar de los demás. Como dijo Oprah Winfrey, "El propósito de la vida es vivir una vida con propósito". No estamos aquí por casualidad. Cada uno de nosotros tiene talentos y habilidades únicas que podemos utilizar para hacer del mundo un lugar mejor.

El amor y la alegría como camino

El amor y la alegría son dos fuerzas poderosas que nos permiten conectar con nuestra esencia y con los demás. Como dijo Mahatma Gandhi, "El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa del mundo". Al compartir amor y alegría con quienes nos rodean, creamos un efecto dominó de positividad que transforma nuestro entorno.


En conclusión, la sabiduría de la vida se encuentra en la observación y comprensión de la naturaleza, en la práctica de la gratitud, en la búsqueda de nuestro propósito y en el cultivo del amor y la alegría. Al dialogar con la naturaleza y con nuestro espíritu, podemos descubrir las respuestas que buscamos y vivir una vida plena y significativa.

Este ensayo es una invitación a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y con nosotros mismos. Os invito a observar el mundo que nos rodea, a escuchar su corazón y a vivir con sabiduría, amor y alegría.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

La Gratitud: Un Camino hacia la Felicidad

 


La vida, en su infinita sabiduría, nos presenta un sinfín de experiencias. Algunas alegres, otras desafiantes, pero todas ellas son oportunidades para crecer y aprender. Una de las actitudes más poderosas que podemos cultivar para transformar nuestra experiencia es la gratitud.

Como decía Séneca, "la vida es una escuela, y en ella aprendemos cada día". Cada lección, cada tropiezo, cada logro, nos moldea y nos enseña. La gratitud nos permite apreciar estas experiencias, tanto las positivas como las negativas, como valiosas oportunidades de crecimiento.

La gratitud no solo nos conecta con el presente, sino que también influye en nuestra visión del futuro. Al enfocarnos en lo que tenemos, en lugar de en lo que nos falta, cultivamos una actitud de esperanza y optimismo. Como decía Viktor Frankl, "el último de los seres humanos libres es el que puede elegir su actitud".

La gratitud es un ejercicio de resiliencia. Al reconocer lo bueno en nuestra vida, fortalecemos nuestra capacidad para afrontar los desafíos y superar las adversidades. Además, la gratitud promueve el autoconocimiento, al invitarnos a reflexionar sobre lo que valoramos y lo que nos hace felices.

La gratitud fomenta la empatía y la conexión humana. Al expresar gratitud hacia los demás, fortalecemos nuestros vínculos y construimos relaciones más sólidas y significativas. Como decía el Dalai Lama, "la felicidad no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos y de lo que damos".

La gratitud nos conecta con algo más grande que nosotros mismos. Al reconocer la abundancia que nos rodea, cultivamos una sensación de asombro y gratitud hacia la vida. Muchas tradiciones espirituales enfatizan la importancia de la gratitud como un camino hacia la iluminación.

Los beneficios de la gratitud son incontables, pues nos aporta una mayor felicidad, porque aumenta los niveles de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con la felicidad. Reduce el estrés, mejora el sueño y produce  una sensación de calma y bienestar, lo que facilita conciliar el sueño.


Asimismo, las emociones positivas, como la gratitud, tienen un impacto positivo en nuestra salud física.

Cultivar la gratitud es agradecer a las personas que te rodean, fortalece tus relaciones y te hace sentir bien.

Dedica unos minutos al día a reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido puede profundizar tu práctica de gratitud.

Rodéate de personas positivas. Las personas con las que pasamos tiempo influyen en nuestra forma de pensar y sentir.

En conclusión, la gratitud es una elección. Es una decisión consciente de enfocarnos en lo positivo en lugar de lo negativo. Al cultivar la gratitud, transformamos nuestra experiencia de vida y creamos un futuro más brillante para nosotros mismos y para los demás.

sábado, 17 de agosto de 2024

Respetar y hacer bien por amor al mismo bien

 


Cada persona tiene su propia manera de ser, pensar y actuar. Es fundamental respetar la individualidad de cada uno, tal como deseamos que nos respeten a nosotros. Este respeto mutuo es la base de una convivencia armoniosa y pacífica, donde cada individuo puede expresarse libremente sin temor a ser juzgado o discriminado.

 Es evidente que nadie está obligado a ser ni a pensar como nosotros. Las opiniones, gustos, hábitos y costumbres varían de un individuo a otro, y esta diversidad enriquece nuestra sociedad. Aceptar y valorar estas diferencias es esencial para construir un entorno inclusivo y respetuoso, donde la pluralidad de ideas y formas de vida se vea como una fortaleza y no como una amenaza. Por ejemplo, en un equipo de trabajo, valorar las diferentes perspectivas puede llevar a soluciones más creativas e innovadoras.

 Todos tenemos el deber de contribuir al bienestar colectivo, buscando siempre lo mejor para nosotros y para el mundo en el que vivimos. Este compromiso con el bien común nos impulsa a actuar con responsabilidad y solidaridad, entendiendo que nuestras acciones tienen un impacto directo en la comunidad y en el medio ambiente. Un ejemplo de esto es participar en actividades de voluntariado, como limpiar playas o ayudar en comedores comunitarios, lo cual beneficia tanto a las personas como al entorno.

 Además, debemos respetar a cada ser vivo, reconociendo que la divinidad está presente en todos ellos. Este respeto se extiende a las personas, la naturaleza y la vida misma. Al honrar la vida en todas sus formas, fomentamos un mundo más justo y equilibrado, donde cada ser tiene un lugar y un propósito. Por ejemplo, adoptar prácticas sostenibles como el reciclaje y el uso de energías renovables ayuda a proteger nuestro planeta y a todas las criaturas que lo habitan.

 No olvidemos que la paz en el mundo depende de la comprensión y la tolerancia que tengamos unos hacia otros. La empatía y la aceptación son claves para resolver conflictos y promover la armonía. Al ponernos en el lugar del otro y entender sus perspectivas, podemos construir puentes de diálogo y cooperación. Un ejemplo concreto es mediar en un conflicto entre amigos, escuchando ambas partes y buscando una solución que satisfaga a todos.

 En términos más generales, si las personas y las naciones se respetaran mutuamente tal como son, nunca habría guerras. Sin embargo, esta paz universal solo será posible si comienza dentro de cada uno de nosotros. La paz interior es el primer paso hacia la paz global. Cultivar la serenidad y el equilibrio en nuestro interior nos permite enfrentar los desafíos externos con mayor sabiduría y compasión. Practicar la meditación o el mindfulness puede ser una forma efectiva de alcanzar esta paz interior.

 Por eso, valoremos el día de hoy, reforzando nuestra intención de actuar cada día para fortalecer el ejercicio constante de la tolerancia, el amor y la paz. Cada pequeño gesto cuenta y contribuye a un mundo mejor. Desde una sonrisa a un desconocido hasta un acto de generosidad, todas nuestras acciones pueden sembrar semillas de bondad y esperanza. Por ejemplo, ofrecer tu asiento en el transporte público a alguien que lo necesita es un pequeño gesto que puede tener un gran impacto.



domingo, 14 de julio de 2024

Mi hogar es donde tú estás


En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía una joven llamada Clara. Desde niña, siempre había soñado con viajar y conocer el mundo. Sin embargo, había algo que la mantenía anclada a su hogar: su abuela, Elena.

 

Elena era una mujer sabia y cariñosa, que había criado a Clara desde que sus padres fallecieron en un accidente. Juntas, habían construido una vida llena de amor y recuerdos en la vieja casa de piedra que había pertenecido a la familia por generaciones.

 

Un día, Clara recibió una oferta de trabajo en una ciudad lejana. Era la oportunidad que siempre había esperado, pero la idea de dejar a su abuela la llenaba de tristeza. Elena, con su habitual serenidad, le dijo: “Clara, mi querida, tu hogar no es esta casa. Tu hogar es donde tú te sientas amada y feliz. Ve y sigue tus sueños. Siempre estaré contigo, en tu corazón.”

 

Con lágrimas en los ojos, Clara abrazó a su abuela y partió hacia la ciudad. Al principio, todo era nuevo y emocionante, pero pronto comenzó a sentir la soledad. Las luces brillantes y el bullicio de la ciudad no podían llenar el vacío que sentía en su corazón.

 

Una noche, mientras paseaba por un parque, Clara vio a una anciana sentada en un banco, sola y triste. Se acercó y, al hablar con ella, descubrió que también extrañaba a su familia. Clara, recordando las palabras de su abuela, decidió acompañarla y escuchar sus historias.

 

Con el tiempo, Clara y la anciana, cuyo nombre era Rosa, se convirtieron en grandes amigas. Clara se dio cuenta de que, al brindar amor y compañía a Rosa, también estaba encontrando un nuevo hogar en su corazón.

 

Un día, Clara recibió una carta de su abuela. En ella, Elena le contaba cómo había encontrado paz y felicidad en saber que Clara estaba siguiendo sus sueños y haciendo una diferencia en la vida de otros. “Recuerda, mi querida,” escribió Elena, “mi hogar es donde tú estás. Siempre estaré contigo, no importa dónde vayas.”

 

Clara sonrió al leer la carta y sintió una calidez en su corazón. Entendió que el verdadero hogar no es un lugar físico, sino los lazos de amor y cariño que compartimos con aquellos que amamos. Y así, Clara continuó su viaje, sabiendo que su hogar siempre estaría con ella, dondequiera que estuviera.

viernes, 8 de marzo de 2024

Amor al prójimo

 



En el Evangelio de Marcos, encontramos la siguiente frase:

“Uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: ‘¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?’ Jesús respondió: ‘El primero es: Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todo tu ser. El segundo es este: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo.’”

En este pasaje, Jesús enfatiza la importancia de amar a Dios y al prójimo como los mandamientos fundamentales. Es un recordatorio esencial para vivir una vida centrada en el amor y la compasión hacia los demás.

Reflexión sobre el cuadro

Aprender a reconocer el bien en el otro forma parte del significado de lo que Jesús llama el segundo mandamiento. "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". La forma en que se expresa este mandamiento sugiere claramente que sólo podemos reconocer el bien en los demás si antes hemos reconocido el bien en nosotros mismos. El primer capítulo de la Biblia es una descripción poética de la creación del mundo por Dios. Uno de los estribillos de ese capítulo es 'Dios vio que era bueno'. La creación de Dios es esencialmente buena, y esto es especialmente cierto en el pináculo de la obra creadora de Dios, la persona humana. Eso es el amor: querer el bien del otro y reconocer el bien en el otro.

El cuadro representa el amor, pero un amor diferente, más estrecho. "El amor y la doncella", de John Roddam Spencer Stanhope, es una cautivadora obra de 1877 que encarna la sensibilidad estética y temática del movimiento prerrafaelita. El cuadro representa a una joven doncella rodeada de alegres figuras danzantes al fondo, en un paisaje idílico. La figura central, la doncella, está retratada con una expresión serena pero contemplativa, que sugiere inocencia o quizá aprensión ante la figura invasora del Amor. Está ataviada con una túnica clásica que realza su carácter etéreo e intemporal.

La figura alada del Amor sostiene su conocido arco en la mano izquierda, mientras que en la derecha sostiene un tallo de flores rosas, que entrega a la doncella. Ella le devuelve la mirada con una expresión ligeramente nerviosa. Podemos leer este cuadro como una representación alegórica del primer encuentro de una joven con el amor.

miércoles, 28 de febrero de 2024

Padres e hijos "el arte de enriquecer la vida"

¿Qué hacen los padres por sus hijos?

Los padres son las primeras personas que nos dan la vida, nos cuidan, nos educan y nos aman incondicionalmente. Los padres hacen mucho por sus hijos, desde que nacen hasta que se independizan, e incluso después. Algunas de las cosas que los padres hacen por sus hijos son:

- Proveerles de alimento, vestido, vivienda y salud, cubriendo sus necesidades básicas y garantizando su bienestar físico.
- Protegerles de los peligros, los riesgos y las amenazas, ofreciéndoles un ambiente seguro y confiable.
- Enseñarles valores, normas, principios y hábitos, orientándoles en su desarrollo moral y social.
- Apoyarles en su aprendizaje, su crecimiento y su maduración, estimulando sus capacidades, sus talentos y sus intereses.
- Acompañarles en sus emociones, sus sentimientos y sus experiencias, escuchándoles, comprendiéndoles y consolándoles.
- Respetarles en su individualidad, su personalidad y su libertad, reconociendo sus derechos, sus opiniones y sus decisiones.
- Quererles con todo el corazón, demostrándoles su afecto, su cariño y su admiración.

Los padres hacen todo esto y mucho más por sus hijos, a veces con sacrificio, con esfuerzo, con renuncia, pero siempre con amor. Los padres quieren lo mejor para sus hijos, quieren que sean felices, que se realicen, que triunfen. Los padres darían su vida por sus hijos, si fuera necesario. ¿Qué hacen los hijos por sus padres? Los hijos son el fruto del amor de los padres, son su alegría, su orgullo, su esperanza. Los hijos hacen mucho por sus padres, desde que nacen hasta que ellos fallecen, e incluso después. Algunas de las cosas que los hijos hacen por sus padres son: - Darles sentido a su vida, motivándoles, ilusionándoles y agradeciéndoles. - Hacerles felices, compartiendo con ellos sus logros, sus sueños y sus proyectos. - Reconocerles su labor, valorando su trabajo, su dedicación y su entrega. - Cuidarles en su vejez, atendiendo sus necesidades, sus problemas y sus enfermedades. - Honrar su memoria, recordando sus enseñanzas, sus consejos y sus ejemplos. - Continuar su legado, transmitiendo sus valores, sus tradiciones y sus historias. - Quererles con todo el corazón, demostrándoles su respeto, su gratitud y su admiración. Los hijos hacen todo esto y mucho más por sus padres, a veces con dificultad, con conflicto, con distancia, pero siempre con amor. Los hijos quieren lo mejor para sus padres, quieren que sean felices, que se sientan orgullosos, que vivan. Los hijos darían su vida por sus padres, si fuera necesario.


¿Cómo se devuelve el esfuerzo de los padres? Los padres y los hijos tienen una relación única, especial y profunda, que se basa en el amor, el respeto y la reciprocidad. Los padres y los hijos se deben mucho mutuamente, se deben la vida misma. Por eso, es importante que sepan devolver el esfuerzo que hacen los unos por los otros, reconociendo su valor, su importancia y su significado. La mejor forma de devolver el esfuerzo de los padres es: - Ser agradecidos, expresando con palabras y con hechos lo que se siente por ellos, lo que se debe a ellos, lo que se espera de ellos. - Ser responsables, asumiendo las obligaciones, los compromisos y las consecuencias de las propias acciones, sin defraudarles, sin decepcionarles, sin avergonzarles. - Ser honestos, actuando con coherencia, con integridad y con dignidad, sin mentirles, sin engañarles, sin traicionarles. - Ser respetuosos, aceptando sus diferencias, sus opiniones y sus decisiones, sin juzgarles, sin criticarles, sin ofenderles. - Ser cariñosos, mostrando el afecto, el aprecio y la admiración que se tiene por ellos, sin ocultarlo, sin negarlo, sin olvidarlo. Estas son algunas de las formas de devolver el esfuerzo de los padres, pero hay muchas más. Cada hijo puede encontrar su propia manera de hacerlo, según su personalidad, su situación y su relación. Lo importante es que lo haga, que no se quede con las ganas, que no se arrepienta después. Los padres se lo merecen todo, y los hijos se lo pueden dar todo. ¿Qué pasa cuando los hijos no devuelven el esfuerzo de los padres? A veces, los hijos no devuelven el esfuerzo de los padres, por diversas razones. Puede ser por desconocimiento, por rebeldía, por egoísmo, por indiferencia, por resentimiento, por orgullo, por miedo... Sea cual sea el motivo, los hijos que no devuelven el esfuerzo de los padres se pierden una oportunidad de oro de mejorar su relación, de fortalecer su vínculo, de enriquecer su vida. Los padres que no reciben el esfuerzo de sus hijos se sienten tristes, decepcionados, frustrados, heridos, abandonados, solos. Los padres que no reciben el esfuerzo de sus hijos sufren, y mucho. Los padres que no reciben el esfuerzo de sus hijos no entienden qué han hecho mal, qué han fallado, qué han perdido. Los hijos que no devuelven el esfuerzo de los padres se hacen un daño a sí mismos, a sus padres y a su familia. Los hijos que no devuelven el esfuerzo de los padres se privan de un amor inmenso, de una sabiduría infinita, de una fuente inagotable. Los hijos que no devuelven el esfuerzo de los padres se arrepienten, tarde o temprano, de no haberlo hecho. Conclusión
Los padres y los hijos tienen una relación única, especial y profunda, que se basa en el amor, el respeto y la reciprocidad. Los padres hacen mucho por sus hijos, y los hijos hacen mucho por sus padres. La mejor forma de devolver el esfuerzo de los padres es ser agradecidos, responsables, honestos, respetuosos y cariñosos. Los hijos que no devuelven el esfuerzo de los padres se pierden una oportunidad de oro de mejorar su relación, de fortalecer su vínculo, de enriquecer su vida.






Espero que te haya gustado mi artículo. Si quieres saber más sobre este tema, puedes consultar estos enlaces [aquí](https://lamenteesmaravillosa.com/5-cosas-los-hijos-jamas-olvidan-padres/) 😊

sábado, 17 de febrero de 2024

Contratiempos y buen carácter

Cuántas desavenencias y dolores se originan por pequeños actos de rudeza de espíritu. Y las consecuencias, casi siempre, son mucho mayores de lo que podrían pensar quienes las provocan y, ciertamente, actuarían de otra manera si las supieran de antemano.

No cuesta mucho prestar más atención a lo que decimos o hacemos. Es necesario estudiar el momento, las circunstancias y, sobre todo, tener presente que nuestro prójimo, como nosotros, también es hijo de Dios, con sentimientos, conciencia y espíritu.

La buena conducta resulta del cultivo del buen carácter. Cuando respetamos la sensibilidad de los demás y somos considerados con ellos, tanto en pensamientos como en acciones, estamos almacenando bendiciones divinas para nuestras vidas e iluminando nuestros corazones con las luces de la nobleza espiritual.

Y no permitamos que estas luces se apaguen, ni siquiera si, a veces, la tristeza, las revueltas y el mal, a toda costa, quieren tomarnos el pulso y el rumbo de nuestras acciones. Ante los contratiempos, reflexionemos seriamente y reaccionemos con firmeza y mucho amor y, sobre todo, en silencio, hablemos con nuestro Creador. ¡Y todo se resolverá!

Estemos seguros de que es a través del poderoso silencio de nuestra conciencia que hablamos sinceramente con el Creador ¡Y Él nunca dejará de escucharnos!

jueves, 17 de agosto de 2023

"Mens sana in corpore sano"





¿Cómo es nuestra vida personal? ¿Hemos tenido cuidado con nuestra salud, con nuestra mirada, con nuestro mundo interior? Si la respuesta es negativa, debemos hacer un autoanálisis y reflexionar sobre lo que debemos cambiar.

Vivir bien es no ceder a los excesos. Amemos mucho a los que nos rodean, pero sepamos amarnos también a nosotros mismos. Ciertos "amores" y pasiones pueden traer decepción y amargura.

Seamos felices, pero sepamos qué es realmente la felicidad, y qué se necesita para conquistarla, empezando por cuidar nuestro cuerpo. Tratémoslo con respeto y amor, porque debemos dar cuenta de ello al Creador.

El bienestar del cuerpo no solo depende de cómo lo cuidemos físicamente, sino también espiritualmente. Una vida equilibrada juega un papel muy importante en el mantenimiento de la salud física y mental.

Tratemos de eliminar los vicios del organismo y del pensamiento. Necesitamos disciplinar nuestra voluntad teniendo más control sobre ella y, al dominarla, todo nos será más fácil para tener una vida sana y feliz.

Tomemos un tiempo, para evaluar nuestra salud física y mental, y no tengamos miedo de cambiar nuestras actitudes, si es necesario. Solo podemos ganar con una autoevaluación honesta.



miércoles, 17 de mayo de 2023

Tener una vida consciente

Busquemos ser personas más sabias, observando y copiando la sabiduría de la vida, en el comportamiento de la Naturaleza.

Lo sentimos a nuestro alrededor. Observemos la rutina rigurosa y maravillosa de la aurora, con el sol brillando constantemente al amanecer de cada día, con que Dios nos premia.

El agua bendita expandiendo la higiene y la salud, saciando la sed del hombre y de la tierra; aire puro, oxigenando el ambiente y llenando de vida las plantas y nuestros pulmones; los árboles amistosos, que florecen y dan frutos; la belleza de las flores y los simples reflejos del rocío en las hojas o incluso en la hierba de nuestro jardín.

Todo es precisión y sabiduría de la Madre Naturaleza, obediente en cumplir los designios del Creador, donde nada existe por casualidad, porque Dios, en Su infinita y amorosa inteligencia, creó todo para el deleite de los seres humanos.

Seamos agradecidos por tantas oportunidades puestas a nuestra disposición. Identifiquémonos y disfrutemos sabiamente de esta fuente inagotable de vida que emana de la Naturaleza. Permítanos ser parte de su vida cotidiana y alimentarnos de su sabiduría.

Tratemos de no vivir sólo mecánicamente, y comprendamos que el mecanismo de la vida es un ejercicio constante de crecimiento espiritual, orientando nuestras acciones en busca del progreso y la paz, en la certeza de que también cumpliremos con alegría y felicidad los designios destinados a nosotros por el Altísimo.

Que este sea un momento más para contagiar amor y alegría a todos los que nos rodean. ¡La naturaleza aprecia nuestra asociación!



lunes, 23 de enero de 2023

Refuerza tu optimismo



Si nos vemos como personas limitadas, seguramente pondremos barreras psicológicas que nos impedirán avanzar. Por eso, es importante que nos sintamos lo suficientemente empoderados para hacer aquello a lo que aspiramos, lo que queremos.

Apostamos por nosotros mismos, dándonos siempre una segunda oportunidad. Actuemos con compromiso y confianza, y todo encajará. No nos sintamos disminuidos por no poder resolver un problema de inmediato. Nadie es mejor que nosotros.

Ampliemos nuestro horizonte y lograremos mucho más de lo que imaginamos. Bendigamos la vida, aun con las dificultades y luchas que nos presenta. Las fases desfavorables también pasan.

El mantenimiento de pensamientos negativos potencia los problemas dificultando aún más las soluciones. No hagamos las cosas más difíciles de lo que ya son.

En cada momento y cada día, reforcemos nuestro optimismo y pensemos solo en cosas positivas. En nuestras dificultades oremos y busquemos la protección de Dios, que es infalible, y las soluciones vendrán con calma.

Que este lunes se llene de la presencia de Dios, y nos traiga una semana de progreso y buena salud en nuestras vidas.

miércoles, 20 de abril de 2022

El ajedrez de la vida


Los problemas son indispensables para nuestro crecimiento personal, pero a menudo no se ven de esta manera. Y este es el punto: muchas veces pensamos que es mejor no tenerlos, porque requieren esfuerzos que no nos gustaría hacer.

Sin embargo, sabemos que los problemas son herramientas que nos enseñan, nos capacitan, nos elevan y nos hacen mejores. Cuando los problemas son bien entendidos y tratados, sólo nos hacen bien.

Pero, si lo pensamos mejor, nos daremos cuenta de que, no siempre, lo que pensamos que es un “problema”, realmente lo son. Son, más bien, cuestiones o situaciones que, por nuestra inexperiencia, consideramos difíciles y luego las convertimos en “problemas”.

¿Cuántas veces construimos nuestros problemas nosotros mismos?

Si el problema lo creamos nosotros, no nos quepa la menor duda de que somos plenamente capaces de encontrar la solución. Confiemos en nuestro poder y creamos en nuestra fuerza.

Los que huyen de los problemas van por la vida sin vivir.

Nos ayudan a pensar y acumular experiencias que nos previenen de recaídas y nos garantizan una vida mejor.

Curiosamente, cuanto mayor o más grave sea el problema, mayor será el esfuerzo que tendremos en la búsqueda de su solución y mayor será el plus de experiencia y satisfacción personal.

Tengamos días felices y productivos… y un merecido descanso al final del día.

martes, 19 de abril de 2022

Alegría de vivir

 



Pongamos alegría, gozo y encanto en todo lo que hagamos y la vida nos mejorará, desde la superación de nosotros mismos. Todo empieza en nuestro interior.
 
La guía espiritual sugiere que eliminemos la tristeza. Ahora bien, esto solo lo lograremos si ponemos la alegría en su lugar en primer plano.
 
Desterremos el desánimo con la escoba del espíritu. Expulsemos el vinagre del desencanto con el vino de la esperanza que motiva y da sentido a la vida.
 
Tratemos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance, porque esta disposición es la que nos dará la fuerza para superar los obstáculos del camino. Si el obstáculo es grande, necesitamos un gran salto y luego necesitamos una reserva sustancial de fuerza.
 
Y esa reserva que nos hará fuertes, la conseguiremos con valentía, constancia, carácter y trabajo. Con alegría y disposición nos estimulamos positivamente y, con el encanto de la vida, nos fortalecemos con la fuerza de un león.
 
Y, lo más importante, no olvidemos que somos hijos de Dios, y Él, como Padre amoroso que es, no nos abandona. ¡Hagamos, pues, nuestra parte y confiemos en Él!
 
¡Un abrazo!

martes, 12 de abril de 2022

Viaje a la ¡victoria!

En la vida, no es sólo con la victoria que vencemos. Incluso nos beneficiamos de la simple participación si sabemos aprovechar el aprendizaje durante nuestro camino. La vida es una lucha constante, y cada día es una batalla, ya sea dentro de nosotros mismos, en la sociedad o, de manera especial, en nuestra propia familia.

Cuando tenemos un ideal, ganar y perder es parte del juego, porque lo que cuenta es el entrenamiento y la experiencia que adquirimos, y es lo que nos fortalece en el día a día, acercándonos al logro de la meta.

Pero, para el alcance definitivo de la meta y la victoria, existen valores invisibles a los ojos, pero sensibles e indispensables para el corazón, porque estos son los valores que traerán consigo la nobleza, la dignidad y la verdad. placer por la conquista.

Y en nuestro viaje, la cualidad de la victoria solo se logrará si los valores de honestidad, respeto, amistad, compañerismo y amor están arraigados en ella. Y no compramos estos valores, tenemos que conquistarlos a lo largo de nuestro viaje por la vida.

¡No cometer errores! ¡Las victorias logradas a costa de la mentira, el engaño y el engaño no tienen valor, y se diluirán con el tiempo y con el calor de la verdad, en lo que comúnmente se define como una “victoria pírrica”!

A partir de este martes, consolidemos cada vez más nuestras victorias diarias en las estructuras inquebrantables de la verdad, la honestidad y el amor fraterno. ¿De qué sirve una “victoria” si no podemos descansar en paz sobre ella?

Gracias

viernes, 3 de diciembre de 2021

Agujas en el pajar



Cuando tiene un problema que es difícil de resolver, es común escuchar la frase: "Es más difícil que encontrar una aguja en un pajar". Tenemos que, al buscar una aguja en el "pajar", la atención debe estar en "encontrar la aguja" y no en admirar las pajitas.

Asimismo, debe ser la búsqueda de la solución de nuestros problemas, con el fin de alcanzar nuestras metas.

La palabra "curioso" proviene del latín "curiosu", que designa no solo a la persona que tiene el deseo de conocer, de ver, de descubrir, o que está atento, sino también al indiscreto, al que escucha a escondidas, al cotilleo.

Los objetos o hechos extraños son situaciones que despiertan nuestra curiosidad y pueden llamar nuestra atención. Por tanto, advirtámonos del peligro de distraernos por algo curioso y dejar atrás nuestro propósito, porque nuestra atención puede distraerse.

Dicen que cuando una persona no sabe a dónde quiere ir, cualquier camino le servirá, porque no tiene objetivo, pero cuando sabe a dónde quiere ir, intenta no distraerse para alcanzar la meta deseada en cuanto posible.

Así, ejercitemos nuestra mente y nuestro corazón, para que estén siempre ocupados con buenos pensamientos y buenos propósitos, evitando distracciones que nos alejen de la búsqueda de "agujas", es decir, de nuestras metas.


miércoles, 25 de agosto de 2021

Una mente más allá de los juicios observa y comprende

 No entres en consideraciones de qué esta bien y qué esta mal, porque si lo analizas estarás dividido, te convertirás en un hipócrita. Elije una actitud de atención consciente, simplemente observa ambas opciones pero no elijas. Simplemente observa.


La moralidad es únicamente una estrategia social.

Por eso algo que está bien en una sociedad está mal en otra; lo mismo que en India piensan que es bueno, en Japón piensan que no lo es. Hoy se puede pensar que una cosa es buena y mañana pasar a ser mala. La moralidad es un producto social, es una estrategia social para controlar a la gente.

Los moralistas siempre juzgan, la persona despierta nunca juzga. Vive en una consciencia que no juzga.

Sencillamente observa y comprende.


NO HAGAS JUICIOS
ACEPTA EL CONTRASTE DE LA REALIDAD
EN EL UNIVERSO TODO ES POR PARES, POR OPUESTOS

jueves, 5 de agosto de 2021

El arte de saber vivir

 




Facilitemos el encuentro con la felicidad, desechando los sentimientos negativos, nuestras heridas y resentimientos cotidianos.

Las heridas, el remordimiento, los recuerdos de acusaciones injustas y los agravios sufridos, practicados por alguien contra nosotros, son sentimientos que solo sirven para atormentar a quienes los llevan, provocando dolor y rabia.

Incluso cuando estemos seguros de nuestra inocencia, no busquemos el odio, no conspiremos para tomar represalias, porque estas actitudes perturbarán nuestra conciencia.

Y ella, la conciencia, tan divina y pura como es, sigue sus propias reglas inviolables, porque tarde o temprano, infaliblemente, nos cobrará por los excesos que practiquemos.

La tranquilidad y la paz mental solo se logran cuando se alimentan de las buenas acciones, el perdón y la valoración de las cualidades del prójimo, tal como queremos que se valoren las nuestras.

Debemos creer que todos tenemos más virtudes que defectos. Por tanto, los entendemos y los aceptamos como son, utilizando nuestro mejor sentido en "saber vivir" con las diferencias que son inevitables.

Tales actitudes nos garantizarán la paz y la tranquilidad que allanarán el camino para construir un futuro próspero y feliz.

¡Éste es el momento!, recordemos que, olvidar las heridas y no construir represalias, es mostrar fuerza y ​​sabiduría interior, liberándonos de cierto peso en la conciencia que nos afligía.

¡Un abrazo!

miércoles, 7 de julio de 2021

Humildad y sencillez son almas gemelas

 




La sencillez es una virtud que atrae a las personas. Observemos que todos los grandes sabios y gurús de la humanidad fueron personas sencillas y de hábitos sencillos.

Recordemos tres ejemplos emblemáticos:

"El Divino Maestro Jesús, en sus andanzas en sus tres años de Apostolado entre nosotros los humanos, no tuvo dónde recostar la cabeza; el noble y rico Francisco de Assis lo dejó todo para convertirse en el " Pobre de Assis "y Gandhi, un campeón de la paz , solo dejó sus vestiduras como herencia.

Pero, todos estos personajes, además de tantos otros, mejoraron el mundo y atrajeron a las masas con sus ejemplos, ganando el reconocimiento de la humanidad. ¿Por qué no intentar aprender un poco de ellos?

La práctica de la sencillez nos hará más amados y admirados. Las personas bien intencionadas se darán cuenta de nosotros y se acercarán naturalmente a nosotros, convirtiéndose en nuestros amigos, en una empatía recíproca.

Observemos que, salvo contadas y buenas excepciones, el despliegue de riqueza y lujo trae consigo avaricia, arrogancia y soberbia, además de provocar en muchos codicia y envidia, sentimientos todos que degradan y aniquilan la vida de las personas.

Por eso, incluso sin un "voto de pobreza", seamos humildes y sencillos, utilizando con moderación y prudencia las riquezas que Dios nos permite obtener, hablando y actuando con naturalidad y, siempre que sea posible, ayudemos a los más necesitados.

Recordemos las palabras del Maestro: "El que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". Dios es tan simple que se esconde detrás de nuestras obras más pequeñas. La humildad y la sencillez son almas gemelas. ¡Practiquémoslos entonces!


¡Un abrazo!



lunes, 28 de junio de 2021

La paciencia es la Maestra de la vida

No nos dejemos llevar por las prisas, ejerciendo siempre la gran virtud de la paciencia. La oportunidad que tenemos de entrenarla es precisamente en momentos de incomodidad e incluso de falta de preparación.

Si estamos atravesando un momento como este, de dificultades y de gran preocupación, no perdamos la oportunidad de ejercitarlo. La impaciencia y la prisa, casi siempre, se suman a nuestro sufrimiento.

Tengamos un poco más de tranquilidad, busquemos el refuerzo de la paz interior, pongámonos en oración a nuestro Creador que es la mayor fuerza a nuestra disposición, y pronto aparecerá la idea más adecuada para la solución de nuestros problemas.

Apliquemos el antiguo y sabio proverbio latino: "Pacientia est magistra vitae", la paciencia es la Maestra de la vida. Pues bien, como Maestra, siempre es una excelente compañera ante cualquier obstáculo. Así que seamos pacientes con nosotros mismos porque sí, nos merecemos todas las oportunidades.

Busquemos siempre la calma necesaria para encontrar mejores soluciones a nuestros problemas y lleguemos a la conclusión de que no eran tan grandes y serios.

Comencemos la semana con este firme propósito, y todo será igual de fácil. ¡Perseveramos, pacientes!

¡Un abrazo!




viernes, 21 de mayo de 2021

Colas del HAMBRE

El acaparador del trigo no podrá abastecerse en la mesa, salvo unas rebanadas de pan, para satisfacer las exigencias de su hambre; y el dueño de la fábrica de telas solo dependerá de unos pocos metros de tela para confeccionar ropa para su propio uso.

Por lo tanto, nadie debe alimentarse y vestirse con los estándares de la gula y la vanidad, sino de acuerdo con los principios que rigen la vida en sus bases naturales.

¿Por qué esperar un banquete para ofrecer unas migajas al vecino hambriento? ¿Por qué primero acumular tesoros para ser útiles a los necesitados? La caridad no puede depender de lo que nos queda, porque es una fuente que nace del corazón.

Siempre es justo desear algo más que nos ayude a nosotros ya nuestro vecino en días difíciles e inseguros, sin embargo, es deplorable la subordinación de la práctica del bien a la caja fuerte disecada.

Abramos las puertas de nuestra alma y dejemos que nuestro sentimiento de simpatía brille para todos, así como el sol cuyos rayos iluminan, alimentan y calientan a todos indistintamente, o como la lluvia que, a cántaros, fertiliza la tierra y alimenta a miles de millones de vidas. .

Compartimos lo poco o mucho que tenemos con nuestros compañeros de viaje, y el significado de la buena voluntad, respaldada por el amor, eventualmente se convertirá en prosperidad común. Algunas semillas, regadas con mimo, a lo largo de los años forman un extenso bosque.

Por eso, siempre, con alegría, ayudemos a todos los que comparten la marcha con nosotros, porque según el Libro Sagrado, si tenemos la gracia de contar con pan y vestido para cada día, tenemos la obligación de VIVIR y SERVIR, en paz y alegría.

Meditemos un poco, este viernes, sobre la importancia equilibrada entre la búsqueda de la abundancia necesaria y la caridad redentora del compartir.

¡Un abrazo!