martes, 12 de abril de 2016

Con tu vara de medir, serás medido


Si la humanidad es el progreso, Gandhi es ineludible. Él vivió, pensó, actuó y se inspiró en la visión de la evolución de la humanidad hacia un mundo de paz y armonía.
– Dr. Martin Luther King, Jr.

¡La paz no es solo para los hippies! Vivir en paz es vivir en armonía con uno mismo, los demás y todos los seres sintientes a tu alrededor. Vivir en paz es tanto un proceso externo como interno. De manera exterior, vivir en paz es una forma de vida en la nos respetamos y amamos unos a los otros a pesar de nuestras diferencias culturales, religiosas y políticas. De manera interior, todos tenemos que buscar nuestros corazones y mentes y entender el miedo que causa el impulso de la violencia, ya que si continuamos ignorando la rabia que llevamos dentro, la tormenta exterior nunca desaparecerá.
En mi humilde opinión no debemos esperar a estar ante el día del juicio final para presentar nuestros buenos o malos actos, nuestros errores o aciertos a lo largo de la vida. Pero ¿cómo sabemos que hacemos lo correcto? ¿Como sabemos que afectaran a otras personas nuestros actos? ¿Cómo cuantifico mi generosidad, mi avaricia o mi violencia verbal..? Pues siendo ecuánime, pesando y midiendo nuestros actos cotidianos, pero ¿cómo medimos nuestra vida?
La vida no se mide anotando puntos, como en un juego. La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros. No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta. La vida simplemente no es nada de eso.
No se mide por las personas que has besado. No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca  de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas. No se mide según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa sólo. No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.
La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas. Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas. Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros. Se trata de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra quién los comentas. Se trata de a quién no le haces caso o ignoras adrede. Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza. Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti,  de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas. Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de otros. Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma. Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea dañino o benéfico.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. Hacer un amigo es una gracia. Tener un amigo es un don. Conservar un amigo es una virtud. Ser un amigo es un honor y un privilegio.

Cuando no sepas como actuar… sólo pon tu fe en Dios.