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domingo, 6 de abril de 2025

Adicción y tecnología

 


¿Por qué hablo de adicción a la tecnología y no de filosofía hoy?

 Porque llevo semanas observando cómo mi propio móvil secuestra mi atención. Porque veo a amigos cancelar planes para quedarse scrolleando. Porque cada vez más gente me escribe preguntando: "¿esto es normal o tengo un problema?"

 La filosofía puede esperar. Hoy toca hablar de algo que nos afecta aquí y ahora: esa relación tóxica que muchos hemos desarrollado con nuestras pantallas sin siquiera darnos cuenta. No es teoría, es la realidad que vivimos cada día.

 ¿Te has preguntado cuántas veces desbloqueas tu móvil al día? Yo sí. Y las cifras asustan. Hablemos claro sobre esta dependencia silenciosa.

¿Eres adicto a la tecnología? Cómo saberlo y qué hacer para recuperar el control 

Vivimos pegados a las pantallas. El móvil es lo primero que miramos al despertar y lo último antes de dormir. Las redes sociales, los juegos online y las series nos absorben hasta el punto de descuidar otras áreas de nuestra vida. ¿Es esto una adicción? ¿O simplemente un mal hábito? 

  1. Señales de que tu uso de la tecnología no es saludable 

 No se trata de contar horas, sino de observar cómo afecta a tu vida. ¿Te sientes identificado con alguna de estas situaciones? 

 - Pierdes la noción del tiempo cuando estás con el móvil o jugando, y luego te arrepientes de haber "malgastado" tanto rato. 

- Te irritas o sientes ansiedad cuando no puedes usar el dispositivo (por ejemplo, si se te olvida el móvil en casa). 

- Descuidas responsabilidades (estudios, trabajo, tareas domésticas) o relaciones por estar enganchado a la pantalla. 

- Lo usas para evadir emociones incómodas, como el aburrimiento, la soledad o el estrés. 

 Si es así, no eres un adicto en el sentido clínico, pero sí tienes un problema de dependencia. 

  2. Por qué engancha tanto la tecnología (y no es solo "culpa tuya") 

 Las apps y plataformas están diseñadas para mantenerte enganchado. Los likes, las notificaciones, los algoritmos que te muestran contenido adictivo... Todo está pensado para que no quieras salir. No es que seas débil, es que la tecnología está hecha para explotar tus impulsos naturales. 

  3. Qué hacer para reducir el uso (sin volverse un ermitaño digital) 

 

No se trata de tirar el móvil a la basura, sino de usarlo con conciencia. Algunas estrategias que funcionan: 

  Define "zonas libres de pantallas": Por ejemplo, nada de móvil en el baño, en la cama o durante las comidas. 

Desactiva notificaciones no esenciales: Que solo suene para lo realmente importante (llamadas, mensajes urgentes). 

Busca alternativas offline: Cuando sientas el impulso de agarrar el móvil por aburrimiento, haz otra cosa (leer, salir a caminar, llamar a un amigo). 

Reflexiona sobre tu uso: ¿Realmente disfrutas ese tiempo en redes, o solo lo haces por inercia? 

  4. El gran error: Creer que "es solo cuestión de fuerza de voluntad" 

 Mucha gente cree que dejar de usar tanto el móvil es solo cuestión de "ponerse firme". Pero no es tan simple. Si usas la tecnología para tapar emociones o carencias, restringir el tiempo no solucionará el problema de raíz. 

 Pregúntate: 

- ¿Qué me aporta realmente estar tanto tiempo en [red social/juego/app]? 

- ¿Hay algo en mi vida que estoy evitando enfrentar al refugiarme en la pantalla? 

  5. Cuándo pedir ayuda 

 Si has intentado reducir el uso pero no puedes, o si sientes que afecta seriamente a tu bienestar, quizá necesites apoyo externo. Un psicólogo puede ayudarte a entender qué hay detrás de esa dependencia y a construir hábitos más sanos. 

 Conclusión: No es la tecnología, es cómo la usas

 El problema no son las pantallas en sí, sino la relación que tenemos con ellas. Aprender a usarlas sin que nos controlen es el gran reto de nuestra era. 

 ¿Te atreves a probar una semana con un uso más consciente? Puede que descubras que, al otro lado de la pantalla, hay una vida igual de interesante.

lunes, 13 de enero de 2025

Menos cantidad y más calidad


Alguna vez, en la tranquilidad de mi mente, me he preguntado por qué nos sentimos tan inquietos, como si fuéramos náufragos en un mar de deseos insatisfechos. Es como si, después de superar una enfermedad grave, siguiéramos sintiendo los síntomas, revisándonos constantemente y desconfiando de nuestra salud recuperada.

Nuestra mente, igual que el mar, conserva las huellas de las tormentas pasadas. Incluso cuando las aguas se calman, las mareas siguen moviéndose, recordándonos los temores y las ansiedades que alguna vez nos atormentaron.

¿Por qué buscamos constantemente nuevas sensaciones y experiencias? ¿Por qué nos aburrimos tan rápido de lo que tenemos? ¿Acaso la felicidad se encuentra en la constante búsqueda de algo nuevo, o en la capacidad de encontrar satisfacción en las pequeñas cosas de la vida?

Séneca, el filósofo estoico, ya nos advertía sobre esta tendencia humana a la insatisfacción. Nos decía que la verdadera felicidad no se encuentra en los placeres efímeros ni en la acumulación de bienes materiales, sino en la tranquilidad del alma y en la aceptación de nuestra propia condición.

Hoy en día, la psicología moderna confirma lo que Séneca intuía hace siglos. La búsqueda constante de nuevas sensaciones puede generar un círculo vicioso de insatisfacción y ansiedad. La clave está en cultivar la gratitud, la aceptación y la presencia mental.

La psicología positiva, por su parte, nos invita a enfocarnos en lo que funciona, en lugar de obsesionarnos con lo que falta. La gratitud, por ejemplo, es una práctica sencilla pero poderosa que puede transformar nuestra perspectiva. Al reconocer y apreciar las cosas buenas de nuestra vida, cultivamos una sensación de plenitud y satisfacción que nos ancla en el presente.

¿Por qué nos cuesta tanto encontrar la paz interior? Quizás sea porque hemos interiorizado la idea de que la felicidad es un destino al que debemos llegar, en lugar de un estado mental que podemos cultivar en el aquí y ahora. La sociedad actual, con su énfasis en el consumismo y la productividad, nos bombardea constantemente con mensajes que nos incitan a buscar más, a ser mejores, a tener más.

Sin embargo, la verdadera felicidad no se encuentra en la acumulación de bienes materiales o en el logro de metas externas. Reside en nuestra capacidad de conectarnos con nosotros mismos y con los demás, de vivir en armonía con la naturaleza y de encontrar significado en nuestras vidas.

La práctica del mindfulness puede ser de gran ayuda para calmar la mente inquieta y cultivar la presencia mental. Al prestar atención a nuestras sensaciones físicas y a nuestros pensamientos sin juzgarlos, podemos observar nuestros patrones de pensamiento y romper con los ciclos de ansiedad y preocupación.

La filosofía nos ofrece valiosas herramientas para navegar por las turbulencias de la vida. Al aceptar lo que está fuera de nuestro control y enfocarnos en lo que podemos cambiar, podemos encontrar una mayor sensación de paz interior. La práctica de la virtud, la moderación y la sabiduría son pilares fundamentales del estoicismo que pueden ayudarnos a vivir una vida más plena y satisfactoria.

En conclusión, la inquietud humana es una experiencia universal que ha intrigado a filósofos y psicólogos durante siglos. Si bien es natural sentirnos ansiosos o insatisfechos en ocasiones, es importante recordar que la felicidad es una elección. Al cultivar la gratitud, la aceptación y la presencia mental, podemos encontrar la paz interior que tanto anhelamos.

Algunas preguntas para reflexionar:

¿Qué hábitos o patrones de pensamiento contribuyen a tu inquietud?

¿Qué prácticas puedes incorporar a tu vida diaria para cultivar la calma y la serenidad?

Recuerda: El camino hacia la felicidad es un viaje personal. No hay una fórmula mágica, pero al explorar diferentes enfoques y prácticas, puedes encontrar las herramientas que te ayuden a vivir una vida más plena y satisfactoria.



sábado, 7 de septiembre de 2024

La Serenidad: Un Cultivo Constante para el Alma

 




"La serenidad es el puerto seguro al cual navegamos en medio de las tormentas de la vida", afirmaba el filósofo estoico Epicteto. Esta tranquilidad interior, lejos de ser un estado pasivo, es un cultivo constante que requiere atención y práctica. Al igual que un jardín necesita cuidados para florecer, nuestra mente necesita ser cultivada para alcanzar la serenidad.

Las Cadenas del Pensamiento Limitante

A menudo, nos encontramos atrapados en una red de pensamientos negativos y limitantes. Frases como "Nunca seré lo suficientemente bueno" o "El mundo es un lugar peligroso" generan ansiedad y estrés innecesarios. Es crucial reconocer estos patrones de pensamiento y reemplazarlos por afirmaciones positivas y realistas. Como decía el filósofo budista Thich Nhat Hanh, "Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo".

El Camino hacia la Serenidad

El camino hacia la serenidad es un viaje personal, pero existen algunas prácticas universales que pueden ayudarnos a alcanzarla:

  • Mindfulness: La práctica de la atención plena nos permite observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos. Al estar presentes en el momento presente, reducimos la ansiedad y cultivamos la aceptación.
  • Respiración consciente: La respiración es un ancla que nos conecta con el cuerpo y nos ayuda a calmar la mente. Al prestar atención a nuestra respiración, podemos regular nuestras emociones y reducir el estrés.
  • La naturaleza como maestra: La naturaleza nos ofrece un espacio de calma y renovación. Pasear por un parque, escuchar el sonido de las olas o simplemente observar el cielo pueden ser experiencias profundamente relajantes.
  • La gratitud: Cultivar la gratitud nos ayuda a apreciar las cosas buenas de nuestra vida y a reducir el enfoque en lo negativo.


El Autodominio: La Clave del Éxito

El autodominio es la capacidad de controlar nuestros pensamientos, emociones y acciones. Al desarrollar el autodominio, nos volvemos más resilientes y menos propensos a dejarnos llevar por impulsos destructivos. Como decía el filósofo estoico Marco Aurelio, "No te dejes dominar por el dolor, no te dejes arrastrar por el placer, no te dejes engañar por la fama".

La Importancia de las Relaciones

Nuestras relaciones con los demás influyen significativamente en nuestra felicidad. Al cultivar relaciones basadas en el respeto, la empatía y la comunicación abierta, podemos crear un entorno más pacífico y armonioso. Como decía Aristóteles, "El hombre es por naturaleza un animal social".

La Sabiduría de Dejar Ir

Aprender a soltar aquello que ya no nos sirve es esencial para alcanzar la serenidad. Esto incluye pensamientos negativos, relaciones tóxicas y posesiones materiales. Como decía el Buda, "No hay camino a la felicidad. La felicidad es el camino".

La Serenidad como un Estilo de Vida

La serenidad no es un destino al que llegar, sino un estilo de vida que se cultiva día a día. Al incorporar prácticas como la meditación, la gratitud y el autocuidado en nuestra rutina diaria, podemos transformar nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Conclusión

La serenidad es un regalo que podemos darnos a nosotros mismos y a los demás. Al cultivar la calma interior, podemos vivir una vida más plena, significativa y feliz. Como decía el filósofo romano Séneca, "La vida es como una tempestad en el mar; y el hombre feliz es aquel que, aunque sacudido por las olas, sabe hacia qué puerto se dirige".


miércoles, 28 de agosto de 2024

Saber lo que puedes controlar y lo que no



Tengo una amiga (más que amiga es como una madre) de Mallorca, Concha Titos, la cual tiene tendencia a preocuparse en exceso por lo que todavía no ha ocurrido y seguramente nunca ocurrirá, con el agravante que, todo lo lee en clave negativa, sometiéndose a un sufrimiento innecesario. El gran Séneca nos dejó esta perla para la eternidad“Tu felicidad depende de tres cosas, todas las cuales están en tu poder: tu voluntad, tus ideas sobre los eventos en los que te involucras y el uso que haces de tus ideas".

Querida Concha, la felicidad y la libertad comienzan con la clara comprensión de un principio fundamental: algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. Este concepto, que se remonta a la filosofía estoica, es esencial para alcanzar la tranquilidad interior y la eficacia exterior. Epicteto, un filósofo estoico, afirmó: “No son las cosas las que nos perturban, sino la opinión que tenemos de ellas”. Esta cita subraya la importancia de distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no.

Bajo nuestro control están nuestras opiniones, aspiraciones, deseos y aversiones. Estas áreas constituyen nuestra principal preocupación, ya que están directamente sujetas a nuestra influencia. Por ejemplo, podemos elegir cómo reaccionar ante una situación difícil, como perder un empleo. En lugar de dejarnos llevar por la desesperación, podemos ver esta circunstancia como una oportunidad para crecer y buscar nuevas oportunidades. Viktor Frankl, un neurólogo y psiquiatra austriaco, escribió en su libro “El hombre en busca de sentido”: “A un hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias”.

Fuera de nuestro control, sin embargo, hay cosas como el tipo de cuerpo que tenemos, el haber nacido en la riqueza o la forma en que nos ven los demás. Estas son circunstancias externas que no constituyen nuestra preocupación principal. Intentar controlar o cambiar lo que no podemos solo conduce al tormento. Por ejemplo, preocuparse excesivamente por la opinión de los demás puede llevar a la ansiedad y a la pérdida de autenticidad. Como dijo Lao-Tsé, el filósofo chino: “El que se preocupa por la aprobación de los demás, se convierte en su prisionero”.

Recordemos: Las cosas sobre las que tenemos poder están naturalmente a nuestra disposición, libres de toda restricción o impedimento. Podemos trabajar en mejorar nuestras habilidades, cultivar nuestras relaciones y desarrollar una mentalidad positiva. Sin embargo, las cosas que escapan a nuestro control son debilidades, dependencias o están determinadas por el capricho y las acciones de los demás. Aceptar esta realidad nos permite enfocarnos en lo que realmente importa y nos libera de la frustración.

Finalmente, si creemos que podemos controlar lo que por naturaleza escapa a nuestro control, o si intentamos asumir los problemas de otros como propios, nuestros esfuerzos se verán desbaratados. Nos convertiremos en personas frustradas, ansiosas y criticonas. Como dijo el filósofo griego Epicteto: “La libertad es la única meta digna en la vida; se gana ignorando las cosas que están fuera de nuestro control”. Al aceptar nuestras limitaciones y centrarnos en lo que podemos cambiar, encontramos la verdadera paz y libertad.




lunes, 23 de enero de 2023

Refuerza tu optimismo



Si nos vemos como personas limitadas, seguramente pondremos barreras psicológicas que nos impedirán avanzar. Por eso, es importante que nos sintamos lo suficientemente empoderados para hacer aquello a lo que aspiramos, lo que queremos.

Apostamos por nosotros mismos, dándonos siempre una segunda oportunidad. Actuemos con compromiso y confianza, y todo encajará. No nos sintamos disminuidos por no poder resolver un problema de inmediato. Nadie es mejor que nosotros.

Ampliemos nuestro horizonte y lograremos mucho más de lo que imaginamos. Bendigamos la vida, aun con las dificultades y luchas que nos presenta. Las fases desfavorables también pasan.

El mantenimiento de pensamientos negativos potencia los problemas dificultando aún más las soluciones. No hagamos las cosas más difíciles de lo que ya son.

En cada momento y cada día, reforcemos nuestro optimismo y pensemos solo en cosas positivas. En nuestras dificultades oremos y busquemos la protección de Dios, que es infalible, y las soluciones vendrán con calma.

Que este lunes se llene de la presencia de Dios, y nos traiga una semana de progreso y buena salud en nuestras vidas.

jueves, 20 de agosto de 2020

La virtud de la paciencia

 


La paciencia ante situaciones que escapan a nuestro control, y que naturalmente actúan en contra de nuestra voluntad, no significa debilidad o incapacidad por nuestra parte. No deberíamos pensar así.

 

La resignación es una actitud propia de los humildes de espíritu; es una postura que solo quienes confían en Dios y han aprendido de la vida, saben utilizarla.

 

No tiene sentido indignarse o enfurecerse contra lo que llamamos mala suerte, porque es usando la paciencia que las cosas se arreglan.

 

¡Creamos!, entreguémonos al Creador y las cosas pronto se unirán para mejor.

 

¡Y atención! No nos dejemos llevar por el falso concepto de resignación. Resignación es aceptar las cosas como son, pero tratar de hacer lo mejor que podamos para transformarlas.

 

Resignarse es tener mucha paciencia. Es buscar, con sabiduría, tiempo para respirar y tomar un nuevo aliento para afrontar desafíos y pruebas, con mayor energía.

 

La paciencia es una noble virtud. Practiquemos esta virtud en nuestro día a día, porque con el tiempo será parte de nuestra personalidad, de forma natural y definitiva.

 

Este jueves, recordemos que somos los más beneficiados actuando con paciencia.

miércoles, 12 de agosto de 2020

SER o TENER

 



El deseo de poseer, aunque tiene un lado bueno, también tiene un lado pernicioso y preocupante: la ambición desmedida.

 

La gente de muchos medios, casi siempre, quieren tener más y más. A menudo olvidan que el lado bueno de la riqueza, lo que realmente nos hace felices, aparece cuando la usamos para hacer buenas obras y ayudar a nuestros vecinos.

 

Una riqueza alcanzada con honestidad es motivo de placer y satisfacción, pero también debe servir a la sociedad. Un Papa dijo con razón: "una hipoteca social pesa sobre toda riqueza".

 

¿Y por qué siempre queremos tener más? Vamos a controlarnos a nosotros mismos, no sea que seamos ambiciosos y codiciosos. Cuántas veces podemos prescindir de esto o aquello, porque sabemos bien que no todo lo que queremos es necesario.

 

También sabemos que nuestras necesidades son elásticas y varían según nuestra voluntad. Si las consideramos demasiado importantes, se estiran, se vuelven exigentes e imperiosas; si las ignoramos, se encogen e incluso desaparecen.

 

Para que el ansia de riqueza no nos abrume, imaginemos que no es tan necesario como para perturbar nuestra felicidad. Cuanto más pensamos que lo necesitamos, más pobres nos sentiremos.

 

Hoy, tratemos de afianzar en nosotros un concepto que es, sin duda, muy fuerte: "SER" trae mucha más felicidad que "TENER". El secreto es armonizar los dos. ¡Intentémoslo siempre! ¡Vale la pena!

 

¡Un abrazo!

sábado, 1 de agosto de 2020

Domina tus emociones


Podemos sentir las formas más diversas de emociones: ira, anhelo, melancolía, tristeza, miedo, ansiedad, etc.

 

La emoción revuelve el espíritu, acelera o reduce el orden mental, provocando un desequilibrio en nuestras acciones y reacciones. En esos momentos, debemos esforzarnos por dominar la mente.

 

El dominio de la mente comienza cuando detenemos las palabras y medimos cada oración pronunciada, dentro de una atmósfera de absoluta normalidad. Para hacer esto, debes pensar despacio, calmar tus palabras y ser paciente.

 

De esta manera, llegaremos a la serenidad necesaria para controlar la situación, ordenar palabras con equilibrio y superar las crisis emocionales.

 

Lo que sale de la boca es la fuerza creativa y no hay forma de hacer que regrese. Por lo tanto, pensemos detenidamente antes de hablar, evitemos los excesos, rijámonos por la verdad y el sentido común, regulemos el tono de nuestra voz y no seamos groseros.

 

No cobramos represalias ni buscamos responsables. Si nuestra mente busca soluciones, nos volvemos positivos. Y si busca razones, nos volvemos negativos. Por lo tanto, pasemos más tiempo conscientes que soñando, haciendo que planeando, viviendo que esperando.

 

Recordemos con serenidad que: "La franqueza no consiste en decir todo lo que se piensa, sino en pensar todo lo que se dice".

 

¡Un abrazo!


miércoles, 29 de julio de 2020

Tú eliges


Nuestra vida está llena de contratiempos y dificultades. Pero, debemos ver estos reveses como oportunidades para el crecimiento personal y el aprendizaje en esta maravillosa escuela llamada "vida".

Nuestra conclusión sobre todo lo que nos sucede depende de cómo vemos, analizamos las cosas y las transmitimos a nuestra mente, cada episodio, cada contenido.

La tendencia a mirar solo el lado malo de las cosas nos convierte en pesimistas, incrédulos y sin la autoconfianza necesaria para trabajar en busca de nuestra felicidad y nuestro crecimiento, material y espiritual.

Al decir "No puedo" o "No puedo hacerlo", estamos dando una clara señal de debilidad y fragilidad espiritual y, por lo tanto, socavando nuestra capacidad de creer que podemos perseverar y obtener lo que queremos.

En esos momentos, pongámonos en las manos de Dios, con absoluta confianza, y decidamos sin pestañear: seguiré intentándolo porque quiero, puedo, soy capaz y triunfaré.

Si asimilamos las dificultades y decepciones con valor y decidimos enfrentarlas con optimismo, habremos absorbido la fortaleza insustituible de la vida, que es la esperanza y la fe.

La elección siempre será nuestra, y este es el poder que todos tenemos: el poder de la elección. Podemos elegir actuar con fe y esperanza o reaccionar con miedo y desesperanza.

Ahora tenemos una buena oportunidad para decidir nunca renunciar a nuestras convicciones y proyectos, porque solo perderemos si no lo intentamos. ¡Así que adelante!

¡Un abrazo!


martes, 28 de julio de 2020

AMOR verdadero


Si queremos ser felices, amémonos.

La mayoría de la gente no sabe el verdadero significado del amor. Limitan su amor a las pasiones o sentimientos que tienen cuando están enamorados. El amor es un sentimiento amplio que no se limita a una sola persona.

Por supuesto, el amor del esposo o la esposa se confunde con el placer y la alegría, pero en realidad, el amor es un sentimiento de sacrificio, practicado por personas dispuestas a renunciar a los deseos personales en beneficio de otras personas.

Mientras las personas no definan el amor, hasta que se den cuenta de que el amor es algo que no depende de la posesión, el egocentrismo, la planificación, el miedo a perder, la necesidad de ser correspondido, el amor no será amor.

El amor requiere abnegación, renuncia, otorgamiento y compasión. No busca riquezas o vanidades y se completa haciendo el bien y brindando momentos de felicidad a nuestro prójimo.

El amor es transparencia, pureza. No es falso y está unido con la verdad como dos caras de la misma moneda y es imposible separarlas. El amor es el resultado de nuestra comprensión de la espiritualidad divina que existe en todos nosotros.

Si queremos menos violencia en el mundo, más armonía entre las personas, menos envidia, celos, egoísmo, orgullo y más tolerancia, creemos más amor en nuestros corazones.

Este martes, recordando al apóstol Pablo, asegurémonos de que siempre quedarán tres cosas: fe, esperanza y amor. Pero el más grande de todos es el amor.

¡Un abrazo!

jueves, 23 de julio de 2020

Escoger bien




Las cosas malas no son lo peor que nos puede pasar. Lo peor que nos puede pasar es que NADA suceda.

Una vida fácil, sin sacrificios, sin obstáculos, nada nos puede enseñar, porque lo que importa es lo que aprendemos. Lo que aprendemos y cómo nos desarrollamos ante las dificultades.

Trazamos nuestras vidas por el poder de nuestras elecciones. Un pequeño cambio hoy puede conducir a un mañana profundamente diferente. Las recompensas son excelentes para aquellos que tienen el coraje de cambiar, pero estas recompensas no llegan de repente o de la noche a la mañana.

El premio por nuestras buenas elecciones proviene de nuestro trabajo, de la confianza que tenemos en nuestra capacidad y de nuestra persistencia en alcanzar las metas que establecemos. Nuestros resultados son el resultado de nuestras elecciones. Y se necesita tiempo y paciencia.

Generamos nuestros propios medios y obtenemos exactamente lo que buscamos. Somos responsables de la vida que creamos nosotros mismos. ¿Quién será el culpable o quién será elogiado, si no nosotros mismos?

Tomemos un tiempo, reflexionemos y hagamos una pregunta: ¿quién puede cambiar nuestras vidas en cualquier momento, si no nosotros mismos? Dios quiere que seamos felices y, por eso, nos ha dado el mayor bien, además de la vida, el libre albedrío. ¡Escojamos bien, por lo tanto!

lunes, 20 de julio de 2020

Mueve montañas




Nuestros deseos se miden por el grado de disposición que tenemos para cumplirlos. Cuanto más valioso sea el deseo para nosotros, mayor será nuestra voluntad de ganarlo, y esta intensidad es lo que determina, también, nuestra fe para lograrlo.

El primer paso para no llegar a donde queremos ir es decirnos a nosotros mismos que no tendremos éxito. Es bueno recordar la famosa frase de Henry Ford: "Si crees que puedes, puedes. Si crees que no puedes, tienes razón".

Nunca podemos imaginar llegar a la cima de la montaña si no creemos que sea posible escalarla. Las posibilidades de éxito en cualquier viaje dependen de la fe que tenemos en nosotros mismos y del grado de conocimiento que se utilizará para enfrentar y superar los obstáculos.

La mejor manera de desarrollar la autoconfianza es comenzar a hacer cosas que no estamos seguros de poder lograr.

En este caso, no nos importan demasiado los resultados, pero hacemos una evaluación de lo que hemos hecho y de lo que podemos hacer para mejorar.

Muchas personas, por no creer en su potencial, perdieron años, se preocuparon por lo que no podían hacer y terminaron sin lograr lo que realmente sabían.

Si queremos obtener resultados sólidos y constantes, la motivación que nos llevará a alcanzar la meta y alcanzar la meta, sin duda, vendrá de nuestro interior.

Que todos tengamos, con este lunes, el comienzo de una semana llena de paz, muchas alegrías y logros.

domingo, 19 de julio de 2020

A buen puerto

Nuestra existencia es como un gran barco. Tenemos el timón en nuestras manos, ya que Dios, al confiarnos el don de la vida, nos ha hecho timoneros únicos y responsables.

Entonces, no tengamos miedo de mirar lejos, estar atentos y, con gran prudencia, navegar con coraje y determinación.

Seamos sabios al usar el mayor bien que Dios nos ha dado, además de la vida, que es nuestro libre albedrío, y decidamos con cuidado y firmeza a qué destino queremos llegar, evaluando siempre si nos guiamos por la brújula infalible de equilibrio, amor y paz.

En el mar de la vida, hay muchos peligros disfrazados de calma. Seamos vigilantes para que, algún día, podamos atracar el barco de nuestra existencia en puerto seguro.

No olvidemos que, en espiritualidad, tendremos que dar cuenta del uso que hicimos del barco que nos fue confiado. Dios en su contabilidad justa hará el balance final de nuestras acciones, recompensándonos en la medida exacta de nuestro mérito.

Tan responsables como somos, tomemos un tiempo y reflexionando, confiemos en que cuando hagamos nuestra parte bien, Dios hará el resto. Él es nuestro Puerto Seguro!

viernes, 17 de julio de 2020

No a la desesperanza



No puede haber tristeza que pueda matar la esperanza. Cuando alguien baja la cabeza y dice que ha perdido la esperanza, Dios también puede bajar la cabeza y decir que ha perdido a alguien.

Si la debilidad domina nuestro espíritu, un anhelo nos asfixia, un problema nos aflige y sentimos que estamos en un camino aparentemente sin esperanza, recordemos el milagro de la vida, las oportunidades que nos rodean y creemos con gran fe en la fuerza de la esperanza que viene de arriba.

Es importante saber que hay una solución para todo, incluso para lo que creemos que es imposible, porque la desesperación socava nuestra fuerza, debilita la razón y ciega nuestro espíritu.

En estos momentos es necesario que abramos las ventanas de la mente y miremos el mundo que nos rodea, viendo los males y las penas de los demás, el hambre, la miseria, las enfermedades y tantos niños en las calles sin futuro ni vida. Allí, nos daremos cuenta de cuán pequeños son nuestros problemas y concluiremos que somos nosotros los que los hacemos más grandes con nuestra inexperiencia, pesimismo, falta de fe y esperanza, y ni siquiera recordamos la infalible protección divina.

Hagamos ejercicio de nuestra sabiduría, que no es solo para distinguir el bien del mal, sino también para saber cómo distinguir del mal, el problema más pequeño, y comenzar a derrotarlos uno por uno, ganando más fuerza y ​​experiencia cada día.

A partir de este momento, tengamos siempre presente que ninguna situación, ni siquiera nadie, merece nuestras lágrimas, porque quien las merezca nunca nos hará llorar.


miércoles, 15 de julio de 2020

Nobleza


Cada ser humano es único, un individuo, un ADN, una obra de arte que tiene un don de Dios en esta vida. Somos las únicas personas que podemos ser. Si otros nos rechazan, no estés triste. Esto no tiene nada que ver con nosotros, tiene que ver con ellos.
No somos ni mejores ni peores que nadie. Tenemos habilidades y defectos y es posible que, en ciertos momentos, uno de nosotros pueda marcar la diferencia.
Esforcémonos por ser todo lo que podemos ser, sin convertirnos, en copias de otras personas. Quien sea capaz de dominar al otro puede ser fuerte, pero quien se domine a sí mismo es el que tiene verdadero poder.
Tenga en cuenta que somos personas especiales entre muchas personas especiales, por eso tenemos que hacer lo mejor que podamos para que podamos seguir evolucionando.
Sigamos lo que nos satisface, hagamos lo que nos hace felices, sea cual sea la actividad, porque más importante que hacer lo correcto es encontrar lo correcto. Con el dinero, no te preocupes tanto, llegará a tiempo.
Pero, es bueno que, este día, recordemos una "máxima" importante: "no hay nada noble en pensar que somos superiores a nuestro prójimo. La verdadera nobleza consiste en ser superior a lo que éramos antes", y todos los días , ¡aun mejor!

lunes, 13 de julio de 2020

Comenzar de nuevo




Cada vez que algo sale mal, lo corregiremos, pues tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo.

Si las llaves que usamos no han abierto las puertas que queríamos, si los errores momentáneos nos han llevado al desánimo, es hora de usar las fuerzas de la naturaleza, de las cuales somos hijos.

Todos los días todo vuelve a comenzar y, con cada amanecer, hay una nueva oportunidad de comenzar un nuevo camino que nos puede llevar a un mejor destino que antes.

No importa dónde nos detenemos o nos desanimemos. No concentremos arrepentimientos en errores y problemas, no nos quejemos de la vida y no desperdiciemos energía hablando de dificultades.

Miremos a nosotros mismos como un producto de la vida y la naturaleza, que tiene un ciclo importante que cumplir todos los días. Si algo no funcionó, pensemos en la magia de la cura milagrosa del "día siguiente".

Veamos, sobre todo, lo maravilloso que es tener la oportunidad de amanecer con el regalo de la vida, tener la oportunidad de arreglar lo que salió mal ayer y poder intentar todo de nuevo, comenzando hoy.

Que hoy sea el comienzo de una fase para reforzar nuestra gratitud al Creador, glorificándolo en la celebración de cada amanecer. Sin duda, una bendición!

¡Un abrazo!

domingo, 5 de julio de 2020

Gratitud





No todas las personas tienen la costumbre de agradecer. Cuando lo hacen, es casi siempre, porque algo les ha traído alegría, ventaja o éxito.
Olvidamos los beneficios que provienen de los fracasos, las experiencias que producen, los males que nos afligirán  en el futuro y el crecimiento interno que proporcionan.
Los errores y los infortunios son inherentes a la vida. Son como la pimienta en una comida: una pizca agrega un sabor especial a todo el plato.
Siempre ¡¡tratemos de agradecer!! no solo por los éxitos y los aplausos, sino también por las experiencias negativas, fracasos y dificultades.
Cuando hacemos eso, damos un paso adelante, saltamos a una etapa superior de evolución. Aceptar obstáculos e intentar crecer con ellos nos da nuevas fuerzas y recursos, y nos hace querernos y admirarnos más, fortaleciendo nuestra autoestima.
En cualquier momento que estemos pasando, mantengamos buenos pensamientos sobre la vida, sobre Dios y sobre nuestros semejantes. Como semillas de felicidad, las buenas obras darán fruto, ayudándonos a evitar los malos fluidos y acercándonos al Creador.
¿Qué tal, si comenzamos a recordar más que cada vez que damos gracias, la vida registra un punto a nuestro favor? ¡Vale la pena!


miércoles, 1 de julio de 2020

¡No te rindas!




Hay momentos en la vida en los que nos encontramos en un cruce de carreteras sin saber qué dirección tomar, porque hay muchos caminos.

En estos momentos de incertidumbre, dudas e inseguridades, es inútil ir sin rumbo, es aconsejable ser cauteloso con paciencia y esperar el momento adecuado para avanzar con seguridad.

Dejemos ir la tensión y la desesperación y tomemos posesión de la brújula del discernimiento para tomar la decisión más sabia respaldada por nuestra fe y confianza en nosotros mismos.

A menudo, en las horas de tensión y angustia, no escuchamos nuestra intuición, y ahí es donde nos sentimos perdidos, desanimados y, a veces, perdiendo la fe y debilitando nuestro espíritu.

¡No te rindas! Busquemos la poderosa fuerza de Dios y no nos dejemos engañar pensando que estamos solos y abandonados. ¡No lo estamos! Dios nunca abandona a sus hijos. ¡La fe y la perseverancia es la clave!


martes, 30 de junio de 2020

Vísteme despacio, que tengo prisa


¿Cuántas veces nos hemos equivocado al permitir que la precipitación tome la delantera, haciéndonos actuar de manera menos racional, cuando en realidad podríamos haber actuado de otra manera?

Ciertas decisiones después de tomarse no se pueden revertir, y esto es lo que aumenta el dolor de quienes se arrepienten después de un hecho consumado.

Por este motivo, entre otros, pensemos de antemano, para no dejarnos gobernar por impulsos o impulsividad, que provocan que la emoción suplante a la razón, trayendo consecuencias, casi siempre, desastrosas y, a menudo, pueden tener reflejos durante toda la vida. .

Por lo tanto, es esencial que seamos pacientes y cautelosos. Que seamos más razonables con nosotros mismos en nuestras acciones, sin volver a hacer lo malo, si en otras ocasiones lo hemos hecho. Somos los que más perdemos actuando de manera apresurada o irreflexiva.

Los "antiguos" ya dijeron que: "la paciencia y el caldo de pollo no hacen daño a nadie". Entonces, no estemos nerviosos. Vamos a estar muy tranquilos, detenerse, meditar y respirar profundamente antes de actuar.

Que tengamos días bendecidos y felices, con salud, mucha paz y alegría.

lunes, 29 de junio de 2020

Confía en Él



Siempre debemos estar preparados para lo inevitable. Hay situaciones en la vida que no se pueden cambiar y, en otras circunstancias, ni siquiera se pueden evitar. Y por difícil que sea aceptarlos, es necesario saber cómo vivir con ellos.

La aceptación de un episodio de tristeza o angustia hará que el dolor sea más agradable, y llamamos a esto resignación. Y renunciar no es lo mismo que ser conformista, que acepta pasivamente todo. ¡No es!

Tener resignación es tener humildad, comprensión y paciencia. Por eso es muy importante saber cómo lidiar con hechos y situaciones en las que se puede hacer poco o nada. Rebelarse contra la Ley de la vida y contra Dios no es la actitud de quienes dicen creer en Él.

Somos probados durante todo el viaje terrenal, y debemos pasar estas pruebas porque no nos quedaremos en este viaje para siempre. Recordemos que somos estudiantes de la vida y será necesario y bueno que podamos obtener la aprobación.

Renunciemos y confiemos en el Maestro de Maestros, que es Dios, porque de Él recibimos las mejores lecciones de resignación y ennoblecimiento, en la certeza de la recompensa de la dicha eterna.

Recordemos, que el sufrimiento mejora nuestro espíritu y nos proporciona ricas lecciones de vida.