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sábado, 4 de julio de 2020

Diferencia entre conocimiento, sabiduría y comprensión



Osho, en respuesta a la pregunta de cuál es la diferencia entre conocimiento, sabiduría y comprensión, dijo que es cualitativo: el conocimiento es una creencia en la experiencia del otro: todo el conocimiento es prestado; La sabiduría es la acumulación de experiencias propias. La comprensión no es acumulativa, ya que siempre estamos cambiando; no acumula experiencias, ni propias ni de terceros, pero causa crecimiento en el individuo. Mientras que la sabiduría acumula el polvo de siglos y el conocimiento se mueve en el pasado, la comprensión siempre es fresca: el conocimiento puede eliminarse de la misma manera que la sabiduría. Pueden ser eliminados de su cerebro, completamente eliminados de su mente. Pero la comprensión no es: no es parte de ella, no es acumulativa.
Todo lo que es acumulativo se guarda en el cerebro, pero la comprensión es parte de tu ser, no se puede eliminar. No puedes lavarle el cerebro al Buda; de hecho, él ya lo hizo él mismo, ya se limpió. No se acumula; vive cada momento.
De esta manera, Osho afirma que el verdadero florecimiento del ser es la comprensión, ya que es "un espejo que no acumula nada, un espejo que siempre vive en el presente inmediato: refleja todo lo que aparece frente a él".
Las personas mayores pueden ser sabias, los jóvenes pueden aprender, pero solo los niños pueden entender. Este es el significado de las palabras de Jesús: "Les aseguro que, a menos que se conviertan y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos". (Mateo 18: 3). Cuando eres como un niño y no llevas respuestas pasadas o preestablecidas o cualquier otro tipo de respuesta, solo un vacío profundo, entonces algo puede hacer eco en ti.

miércoles, 1 de julio de 2020

¡No te rindas!




Hay momentos en la vida en los que nos encontramos en un cruce de carreteras sin saber qué dirección tomar, porque hay muchos caminos.

En estos momentos de incertidumbre, dudas e inseguridades, es inútil ir sin rumbo, es aconsejable ser cauteloso con paciencia y esperar el momento adecuado para avanzar con seguridad.

Dejemos ir la tensión y la desesperación y tomemos posesión de la brújula del discernimiento para tomar la decisión más sabia respaldada por nuestra fe y confianza en nosotros mismos.

A menudo, en las horas de tensión y angustia, no escuchamos nuestra intuición, y ahí es donde nos sentimos perdidos, desanimados y, a veces, perdiendo la fe y debilitando nuestro espíritu.

¡No te rindas! Busquemos la poderosa fuerza de Dios y no nos dejemos engañar pensando que estamos solos y abandonados. ¡No lo estamos! Dios nunca abandona a sus hijos. ¡La fe y la perseverancia es la clave!


lunes, 29 de junio de 2020

Confía en Él



Siempre debemos estar preparados para lo inevitable. Hay situaciones en la vida que no se pueden cambiar y, en otras circunstancias, ni siquiera se pueden evitar. Y por difícil que sea aceptarlos, es necesario saber cómo vivir con ellos.

La aceptación de un episodio de tristeza o angustia hará que el dolor sea más agradable, y llamamos a esto resignación. Y renunciar no es lo mismo que ser conformista, que acepta pasivamente todo. ¡No es!

Tener resignación es tener humildad, comprensión y paciencia. Por eso es muy importante saber cómo lidiar con hechos y situaciones en las que se puede hacer poco o nada. Rebelarse contra la Ley de la vida y contra Dios no es la actitud de quienes dicen creer en Él.

Somos probados durante todo el viaje terrenal, y debemos pasar estas pruebas porque no nos quedaremos en este viaje para siempre. Recordemos que somos estudiantes de la vida y será necesario y bueno que podamos obtener la aprobación.

Renunciemos y confiemos en el Maestro de Maestros, que es Dios, porque de Él recibimos las mejores lecciones de resignación y ennoblecimiento, en la certeza de la recompensa de la dicha eterna.

Recordemos, que el sufrimiento mejora nuestro espíritu y nos proporciona ricas lecciones de vida.

miércoles, 31 de julio de 2013

UNA SONRISA




Una sonrisa cuesta poco,

pero vale mucho.

Quien la da es feliz
y quien la recibe la agradece.


Dura sólo un instante

y su recuerdo, a veces,
perdura por toda una vida.


No hay nadie tan rico

que no la necesite,
ni nadie tan pobre
que no la pueda dar.


Produce felicidad en el hogar,

prosperidad en los negocios y es
contraseña entre los amigos.


Es descanso para el cansado,

luz para el desilusionado,
sol para el triste
y antídoto para los