viernes, 30 de marzo de 2018

La felicidad comienza a los 50



A más edad, más felicidad. Tal afirmación se sustenta en recientes investigaciones que acaban con el mito de que la vejez es sinónimo de decadencia. No obstante, es cierto, tal y como asegura Laura Carstensen, del Centro de Longevidad de Stanford, que la vejez conlleva la aparición de algunas dificultades: descenso de estatus, menos ingresos económicos, enfermedades… Pero no todo son pérdidas, también hay ganancias: disfrutamos de los aprendizajes de la experiencia y del conocimiento adquirido, al tiempo que mejoramos en los aspectos emocionales.
Una encuesta de Gallup demuestra cómo a partir de los 50 la felicidad suele estar más al alcance de la mano. Arthur A. Stone, de la Universidad Estatal de Nueva York, en 2008 dirigió el estudio, para el que entrevistó a más de 340 mil personas en Estados Unidos, entre 18 y 85 años. Las preguntas tocaban temas, como situación económica, salud, sexo y bienestar general, entre otros.
Al final de la encuesta se incluía una pregunta en la que tenían que decir, si habían experimentado el día anterior alguno de estos sentimientos: felicidad, estrés, preocupación, enfado, tristeza y satisfacción. Lo que la investigación encontró fue que a los 18 años las personas nos sentimos muy bien, pero a medida que vamos cumpliendo años empiezan a aparecer dificultades en el camino que atacan a nuestro estado de ánimo. Y esta es la tónica general hasta que cumplimos los 50 años, momento en el que comienza a verse la vida de otra manera y elevarse el ánimo. A los 85 años, las personas entrevistadas mostraron una plenitud y satisfacción consigo mismas que superaba con diferencia la de los 18 años. A partir de los 50 son menos los momentos en los que aparece la ira, aprendemos a llevar mejor las preocupaciones y ganamos en disfrute y felicidad.
Son muchas y muy diversas las investigaciones sobre cómo nos afecta el hecho de cumplir años. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades preguntaron en una encuesta en 2003, si habían sentido algún tipo de malestar psicológico durante la semana anterior, y las personas que estaban entre 45 y 64 años respondieron de manera afirmativa muy por encima de los que eran mayores de 65 años.
El equipo de Carstensen hizo una investigación en la que estudiaban la evolución de un grupo de 184 personas que iban desde los 18 a los 94 años, durante 10 años. Lo que pretendían ver es cómo cambiaban sus experiencias emocionales a medida que envejecían, estudiando su frecuencia, estabilidad y complejidad en la vida diaria. Para ello las personas recibían llamadas de los investigadores de manera aleatoria y en cada llamada debían valorar en una escala de 1 a 7 su estado de felicidad, tristeza y frustración. A medida que envejecían las personas informaban de experiencias más positivas y los sentimientos negativos se iban reduciendo. En conclusión, el envejecimiento se asocia con un bienestar general emocional más positivo y con mayor estabilidad emocional. Y no solo eso, sino que además vieron cómo las personas que informaron de más emociones positivas que negativas en su vida cotidiana, vivieron más años.

Estas investigaciones aportan evidencias que derriban los estereotipos asociados al envejecimiento, como una etapa negativa y gris marcada por la tristeza y la pérdida. Pero si ganar años nos hace más felices, ¿qué hacemos con las limitaciones típicas de la vejez para no sentirnos frustrados?Diferentes autores como el psicólogo alemán Paul B. Baltes apuntan al hecho de que aprendemos a optimizar los recursos de manera selectiva mediante la compensación. De esta manera envejecer de forma exitosa implica invertir en las metas y en las diferentes situaciones, aprovechando la experiencia acumulada para compensar las limitaciones.

miércoles, 7 de marzo de 2018

¿Por qué es importante la felicidad en la vida?

En ocasiones no prestamos la atención suficiente a nuestra propia felicidad y no llegamos a sentirnos felices de manera plena. ¿Cuántas veces te has preguntado cuál es la importancia de la felicidad? Se trata de una cuestión fundamental, que durante siglos se ha tratado de responder desde la filosofía y otras ciencias. Déjame decirte que es una de las preguntas más trascendentales que conozco.

Olvidamos que la felicidad es una forma de comprender la vida, de alejarnos de las percepciones negativas, los sentimientos negativos, la tristeza y entender, que ser felices y no serlo, depende exclusivamente de nosotros mismos. Sí, depende solamente de cada uno de nosotros, nada más. No obstante, cada vez más personas condicionan su propia felicidad e incluso olvidan cultivarla.


por qué es importante ser feliz

Nos encontramos en un momento de la historia en el que nos invade la negatividad, el pesimismo, la tristeza y en general, infinidad de emociones negativas. Basta con leer las noticias de cualquier periódico o ver un rato la televisión para conocer una gran cantidad de posibles ejemplos. Sin embargo, la felicidad es lo más importante y según mi punto de vista, lo único realmente importante que todo ser humano debería aspirar a alcanzar a lo largo de su vida. Sí, así es. No podemos disfrutar de una vida plena si no somos plenamente felices.

¿Por qué la felicidad es tan importante?


Es evidente que cuando somos felices sonreímos más, nos mostramos mucho más alegres y esto tiene un impacto positivo en nuestra vida. Una parte indispensable de la salud del ser humano es precisamente su perspectiva emocional. Estar contentos atrae incontables beneficios e incluso existen estudios que vienen a constatar una relación muy estrecha entre por ejemplo, el éxito profesional y la felicidad, por ponerte un sencillo ejemplo para que comprendas su relevancia.


Nuestra alegría es contagiosa. Ningún ser humano puede vivir en completa soledad, esto es aislado del mundo, sin relacionarse con otras personas, hablar con ellas y en definitiva, relacionarse con los demás. Si estamos contentos, nuestra felicidad la compartimos con las personas que nos rodean: compañeros de trabajo, amigos, familiares y todas aquellas personas que encontramos a nuestro paso. ¿Te imaginas lo que sucedería en el caso de vivir en una infelicidad permanente?


A veces comprendemos de forma equivocada la importancia de la felicidad. Déjame decirte que conozco personas que condicionan su felicidad a los diferentes objetivos vitales que quieren conseguir, por ejemplo, un mejor trabajo, una situación financiera mejor u otras cosas materiales, entre otras muchas posibilidades. Esta actitud y percepción de la vida, suele llevar en muchos casos a estas personas, su entorno y otras personas de alrededor a alejarse de lo más importante, la felicidad.


Nuestras metas no tienen por qué hacernos más felices. Según mi experiencia, cada persona tiene que permanecer fiel a sí misma, sus valores, inquietudes y buscar sus objetivos personales, pero evitando que estas metas le impidan conquistar su propia felicidad. De hecho, te puede parecer curioso pero en muchos casos alcanzar un determinado propósito vital puede atraer la felicidad de manera pasajera o temporal.


No olvides nunca que la felicidad es lo más importante tanto para ti como para aquellas personas que más quieres en tu vida, porque ésta tiene un impacto directo en las emociones de aquellas otras personas. ¿Acaso conoces alguna otra emoción tan agradable que compartir con tus seres queridos? Recuerda, intenta ser muy feliz en cada uno de tus momentos porque ésta felicidad de la que tú disfrutes, la estarás compartiendo con otras personas con las que hables, encuentres en tu camino y te relaciones. Además, es realmente bueno para tu salud.