domingo, 8 de noviembre de 2020

Desecha la ira, vive la vida

 


Nuestras quejas, reclamaciones, comentarios difamatorios y pesimistas pueden equipararse con bombas reales arrojadas sobre nuestros pasos dados o minas reales camufladas en nuestros caminos, devastando nuestra salud y trayendo malestar a nuestra paz interior.
La rebelión irracional solo nos trae pérdidas. Notemos el hecho de que todo "rebelde sin causa" NO suma allá donde va, ya que no es cooperativo, quiere que las cosas sean a su manera, no tiene flexibilidad y humildad, porque es arrogante por naturaleza.
Por eso, el "rebelde de carnet" vive sumido en problemas internos, en la mente, y externos, en las relaciones, desajustes que terminan debilitando su resistencia física y lo hacen vivir en un permanente agotamiento mental. No es difícil entender por qué las personas de esta naturaleza viven menos de lo que podrían vivir.
Dios no nos puso en el planeta para criticar su obra. No somos sus inspectores, sino colaboradores. Estamos aquí para perfeccionar la Creación a través de nuestra propia mejora.
Por lo tanto, tratemos siempre de hacer nuestra vida positiva atrayendo lo bueno, intercambiando críticas por elogios, queja por gratitud, rebelión por tolerancia y queja por servicio. Y no tenemos ninguna duda de que seremos mucho más felices.
Con calma y tranquilidad, pensémoslo en estos días y, seguro, nuestros días terminarán cargados de alegría y mucha paz.

¡Un abrazo!


 

lunes, 28 de septiembre de 2020

Dueño de tu destino



En un mundo competitivo, los mejores preparados llegan a los primeros lugares. Y la confianza en uno mismo es fundamental para ello.

Un corredor que confía en sus piernas o un nadador que cree en la fuerza de sus brazos, sin duda participará en una competición con mucha más voluntad.

La confianza en nuestra fuerza e inteligencia nos da tranquilidad, disposición y alegría, que son condiciones importantes para alcanzar la felicidad. Y el mundo exterior se abre en beneficios a medida que ganamos más confianza en nosotros mismos.

La autoconfianza despierta las fuerzas y energías que suplen nuestras necesidades y nos llevan a una etapa de belleza, progreso, virtud y paz. Al contrario, la falta de ella produce desánimo, fracaso e infelicidad.

Por tanto, aunque nuestros medios sean escasos, mantengamos el buen humor, levantemos la cabeza, veamos y sintamos el sol de nuestras cualidades internas y valoremos. Esta actitud es el camino más corto para adquirir la confianza que tanto necesitamos en nuestros valores y posibilidades.

Por consiguiente, recordemos que somos los únicos dueños de nuestro destino, y quienes creen en sí mismos están listos para ganar y ser felices.

 

¡Un abrazo!


domingo, 27 de septiembre de 2020

Irracionalidad humana

  


Cuán a menudo podemos ver cuán incoherentes son los hombres, en general, y por lo tanto irracionales. 

Buscan la paz, pero promueven guerras. Quieren la abundancia y el equilibrio de la naturaleza, pero no la respetan. Cantan y exaltan la vida en el planeta Tierra, mientras destruyen gradualmente su biodiversidad. 

Predican la unidad, la concordia y la igualdad entre pueblos y naciones, pero en detrimento de estas intenciones faltan el respeto a los derechos humanos, fomentan la industria militar con el pretexto de defender la paz, pero, incluso en su vida cotidiana, actúan en sentido contrario a lo que aplican a otros. 

Es el hombre animal, en su irracionalidad y en sus paradojas. Predican una cosa y hacen otra. Dicen que quieren apagar el fuego de la discordia, la incomprensión y la injusticia, pero no pueden vivir bien con su entorno ni con los más cercanos.

Preguntémonos cuál ha sido nuestro papel en este contexto. ¿Estamos promoviendo la paz a nuestro alrededor? ¿Estamos defendiendo el medio ambiente donde vivimos? O, incluso con nuestra inercia, ¿estamos añadiendo más leña al fuego de la locura humana? 

¿Qué tal si ahora respondemos estas preguntas con mucha sinceridad? ¿No es justo hacer bien nuestra parte? Es el mínimo, porque, después de todo, ¡somos el Universo! 

¡Un abrazo! 


 Manuel Barea Rodríguez

jueves, 20 de agosto de 2020

La virtud de la paciencia

 


La paciencia ante situaciones que escapan a nuestro control, y que naturalmente actúan en contra de nuestra voluntad, no significa debilidad o incapacidad por nuestra parte. No deberíamos pensar así.

 

La resignación es una actitud propia de los humildes de espíritu; es una postura que solo quienes confían en Dios y han aprendido de la vida, saben utilizarla.

 

No tiene sentido indignarse o enfurecerse contra lo que llamamos mala suerte, porque es usando la paciencia que las cosas se arreglan.

 

¡Creamos!, entreguémonos al Creador y las cosas pronto se unirán para mejor.

 

¡Y atención! No nos dejemos llevar por el falso concepto de resignación. Resignación es aceptar las cosas como son, pero tratar de hacer lo mejor que podamos para transformarlas.

 

Resignarse es tener mucha paciencia. Es buscar, con sabiduría, tiempo para respirar y tomar un nuevo aliento para afrontar desafíos y pruebas, con mayor energía.

 

La paciencia es una noble virtud. Practiquemos esta virtud en nuestro día a día, porque con el tiempo será parte de nuestra personalidad, de forma natural y definitiva.

 

Este jueves, recordemos que somos los más beneficiados actuando con paciencia.

miércoles, 19 de agosto de 2020

La Piedra Filosofal



Hubo un tiempo lejano en que los hombres se dedicaron al estudio y la práctica de la alquimia.

La alquimia es la expresión externa de la filosofía hermética aplicada mediante la magia a los seres de la Naturaleza, excluyendo a los animales, incluido el hombre; actúa sobre minerales y vegetales. Sin embargo, al descubrir la "piedra filosofal", con ella se forma el "elixir de la vida", con el propósito de darle longevidad.

Esta piedra filosofal ”sería una composición química y tendría la virtud de transformar los metales básicos en oro y plata.

Sin embargo, después de siglos, el hombre no ha logrado lo que preconizaba la alquimia, ni siquiera los laboratorios técnicamente más sofisticados.

El Ser humano debe preocuparse por lo racional y no esperar milagros con el manejo de sustancias químicas.

El elixir de una larga vida es la templanza; una vida sobria, sin excesos, sin adicciones provocadas por drogas nocivas, un comportamiento equilibrado y saludable, como es el lema: Mens sana in corpore sano.

Los alquimistas son simplemente nociones pasadas que no nos han servido de nada.

 

miércoles, 12 de agosto de 2020

SER o TENER

 



El deseo de poseer, aunque tiene un lado bueno, también tiene un lado pernicioso y preocupante: la ambición desmedida.

 

La gente de muchos medios, casi siempre, quieren tener más y más. A menudo olvidan que el lado bueno de la riqueza, lo que realmente nos hace felices, aparece cuando la usamos para hacer buenas obras y ayudar a nuestros vecinos.

 

Una riqueza alcanzada con honestidad es motivo de placer y satisfacción, pero también debe servir a la sociedad. Un Papa dijo con razón: "una hipoteca social pesa sobre toda riqueza".

 

¿Y por qué siempre queremos tener más? Vamos a controlarnos a nosotros mismos, no sea que seamos ambiciosos y codiciosos. Cuántas veces podemos prescindir de esto o aquello, porque sabemos bien que no todo lo que queremos es necesario.

 

También sabemos que nuestras necesidades son elásticas y varían según nuestra voluntad. Si las consideramos demasiado importantes, se estiran, se vuelven exigentes e imperiosas; si las ignoramos, se encogen e incluso desaparecen.

 

Para que el ansia de riqueza no nos abrume, imaginemos que no es tan necesario como para perturbar nuestra felicidad. Cuanto más pensamos que lo necesitamos, más pobres nos sentiremos.

 

Hoy, tratemos de afianzar en nosotros un concepto que es, sin duda, muy fuerte: "SER" trae mucha más felicidad que "TENER". El secreto es armonizar los dos. ¡Intentémoslo siempre! ¡Vale la pena!

 

¡Un abrazo!

martes, 11 de agosto de 2020

Optimismo



Hay gente rica que vive infeliz y se pregunta por qué están en este mundo, y otros, pobres, que se sienten alegres y muy felices con la vida.


La diferencia entre ellos radica en la forma en que se dejan tocar por los acontecimientos y confían en el contenido de sus intenciones.


¿En qué dirección vamos? ¿Para quién hacemos las cosas? ¿Cómo nos comportamos cuando los esfuerzos que hacemos son en vano? Todo depende de la intención con la que vivamos y actuemos. La buena intención lo vale.


Si tenemos un proyecto de vida, aunque sea pequeño, y lo llevamos a cabo con buena intención, el éxito está asegurado. Si aparecen obstáculos en el transcurso del proyecto, la buena intención gana aún más importancia y valor. Y nos hace grandes.


La intención es buena, cuando nuestro principal pensamiento es ayudarnos a nosotros mismos, sin perjuicio de los demás; o, mejor aún, ayudar a otros sin esperar una recompensa.


La buena intención es un camino de flores que nos lleva a una vida mejor. Entonces, ¡tengamos un excelente día, lleno de optimismo!


¡Un abrazo!

lunes, 10 de agosto de 2020

Transmutación mental


En la vida, no hay nada definitivo. Sin embargo, nos guiamos por tendencias, de acuerdo con nuestras fortalezas y debilidades, las cuales vienen determinadas por los momentos que vivimos.


Cuando sentimos dolor y tristeza, nuestro pensamiento nos lleva solo al lado malo de las cosas. Es un sentimiento natural, sin embargo, se puede controlar y modificar.


En esos momentos, tratemos de desviar la atención a diferentes cosas. Cerrando los ojos y controlando la respiración, esta actitud ayuda en el proceso de meditación, que tiene el propósito de "despejar" la mente, tratando de recordarnos cosas buenas.


Cuando superamos el dolor, las dudas y los miedos dan paso a la tranquilidad espiritual, relajando la tensión de la ansiedad. Un aliento renovador invade nuestras almas, soltando las ataduras de los malos pensamientos.


Veremos que, aceptando el dolor de forma natural, es posible sonreír, porque llegamos a comprender que es algo necesario para nuestro mejoramiento y fortalecimiento espiritual, de la misma manera que el estiércol maloliente germina la semilla de la flor que, pronto, nacerá hermosa. y fragante.


El dolor tiene un gran poder educativo: nos hace mejores, más misericordiosos, más capaces de encerrarnos en nosotros mismos y nos persuade de que esta vida no es un mero entretenimiento, sino un deber.


Con esto bien interiorizado, empecemos la semana recordando que nadie puede juzgarse infeliz en la adversidad, ni emborracharse en la prosperidad, porque una situación muchas veces es consecuencia de la otra.


Un abrazo!

sábado, 8 de agosto de 2020

Tu viaje


Cuando tenemos que hacer un viaje, nos preocupamos, esmeradamente, de todos los detalles y todas las posibilidades de imprevistos, previendo y tratando de tomar todas las medidas para que el viaje no se vea comprometido. En resumen: es fundamental que preveamos proporcionar.


Así, cuanto más largo y complicado es el viaje, mayores son las preocupaciones y más intensos los preparativos. Un poco de descuido puede significar comprometer el viaje e incluso una tragedia.


Ninguno de nosotros tiene ninguna duda de que en este mundo somos pasajeros de un gran viaje desde nuestro nacimiento. Y sabemos que es un viaje único, porque es nuestra vida, por tanto, la más importante.


¿Estamos haciendo todos los preparativos para este viaje, cuyo viaje nos llevará a la eternidad? Sabemos que al final del viaje, cosecharemos las recompensas de sembrar que hicimos libremente ante circunstancias adversas o no.


Por tanto, seamos prudentes organizándonos; ser previsores, atender nuestras necesidades y carencias, y no exponernos más allá de lo necesario. En esta vida el viaje es sin retorno, y al final seremos recompensados ​​o penalizados. Todo esta en nuestras manos.


Este día, tomemos un tiempo de nuestro día para evaluar este gran viaje nuestro llamado vida y hacer correcciones de rumbo, si corresponde. ¡Solo podemos ganar!


¡Un abrazo!

martes, 4 de agosto de 2020

Construye tus objetivos




Generalmente queremos que las cosas cambien, pero no tomamos la iniciativa para hacerlo. No queremos asumir la responsabilidad de comenzar este cambio por nuestra cuenta.

 

Somos los que debemos crear nuevos hechos en la vida, sembrando las buenas semillas del pensamiento, el deseo y la acción, para que podamos cosechar los frutos de las transformaciones que consideremos necesarias.

 

Decidimos cuáles son nuestros objetivos, cómo y cuándo comenzar a actuar. El destino no nos elige. Lo elegimos y depende de nosotros construirlo. Es personal e intransferible.

 

Solo recorreremos el mundo una vez, y cualquier contribución que podamos hacer para mejorarlo, tenemos que hacerlo ahora. Es la garantía de que el mundo después de nosotros será mejor de lo que es hoy, y para eso, en lugar de esperar o buscar oportunidades, debemos crearlas.

 

No nos hagamos ilusiones de que somos el resultado de los hechos que suceden a nuestro alrededor, somos nosotros quienes tenemos que crear los hechos, siendo los agentes de las transformaciones.

 

Escuchemos la voz de nuestra conciencia y hagamos todo lo posible para que los cambios provengan de nuestro interior, de nuestras convicciones.

 

Recordemos siempre, que cuando algo no sucede como esperábamos, somos optimistas porque, ¿quién garantiza que no podría haber sido mucho peor?

 

¡Un abrazo!