martes, 16 de agosto de 2016

Gente de ALTURA

"Ama hasta que te duela, si te duele es la mejor señal" 
Teresa de Calcuta 


Nació el 27 de agosto de 1910 en Skopje, pueblo Albanés que había formado parte de la antigua Yugoslavia y que en ese momento estaba bajo dominio turco.
Ingresó a los 18 años en la orden de las Hermanas de Nuestra Señora del Loreto en Irlanda.
Cursó estudios en Dublín y en Darjeeling antes de aceptar los votos en 1937.
Fue directora de un colegio católico en Calcuta, donde la presencia de moribundos en las calles de la ciudad la llevaron a pedir permiso para dejar su puesto en el convento y dedicarse desde 1948 a cuidar a los enfermos. En ese año adquiere la ciudadanía india y en 1950 la diócesis de Calcuta aprobó su congregación con el nombre de Misioneras de la Caridad
Sus miembros, además de los tres votos básicos de pobreza, castidad y obediencia para ser aceptados en la comunidad religiosa, debían de asumir un cuarto voto en promesa de servir a los pobres.
En 1952 creó en Calcuta la Casa de Moribundos indigentes Nirmal Hriday (Corazón puro). 
En 1979 le concedieron el Premio Nobel de la Paz. Modificó el protocolo al solicitar que el gasto de la cena de homenaje (unos 2.400 euros) se añadiera al premio (unos 73.000 euros) para emplearlo en favor de los pobres.
En 1986 se reúne con Fidel Castro en Cuba y consigue el permiso para asistir a los pobres en la Isla. 
Teresa de Calcuta fallece en Calcuta el 5 de septiembre de 1997 de un ataque al corazón.

Tras su breve biografía debo destacar los grandes retos de sus empresas. Era una persona que no superaba 1,52 metros de altura, pero una mujer enorme. 
A continuación, quiero compartir contigo un texto anónimo que ha sido impreso en multitud de libros y que hoy me ha llamado la atención. Lo traigo a colación como homenaje a ésta gran persona.
Un saludo y feliz verano.


No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título o mucho menos el dinero lo que convierte a una persona en grande. Es su honestidad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás. Cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que dice, cuando presta atención, cuando mira a los ojos y sonríe. Una persona es grande cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí.

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