miércoles, 24 de octubre de 2012

Valiente discurso de José Mujica en la cumbre Río+20


Cómo comprobarán más adelante, ésto no es una reflexión, es un breve discurso pronunciado por el Presidente de la República de Uruguay, que nos debería hacer reflexionar sobre nuestra construcción del sistema de la sociedad actual.  Ante un aburrido auditorio, José Mujica tomó el micrófono y con valentía nombró a la felicidad humana como el primer elemento del medio ambiente. Entre tanto cóctel, protocolos, políticos, mandatarios de muchas naciones, este hombre alzó su voz y le reprochó a la sociedad humana su delirante apego por el hiperconsumo:
Autoridades presentes de todas las latitudes y organismos. Muchas gracias. Nuestro agradecimiento al pueblo del Brasil y a su señora presidenta. Muchas gracias a la buena fe que seguramente han manifestados todos los oradores que me precedieron.
Que expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que esta nuestra pobre humanidad pueda suscribir.
Sin embargo permítasenos hacernos algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha estado hablando del desarrollo sustentable, de sacar a inmensas masas de la pobreza, ¿que es lo que aletea en nuestras cabezas?
El modelo de desarrollo de consumo, es el actual de las sociedades ricas. Me hago esta pregunta, ¿que le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de auto por familia que tienen los alemanes, cuanto oxigeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro, el mundo tiene los elementos hoy materiales como para hacer posible que 7,000,  8,000 millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro  que tienen las más opulentas sociedades occidentales.
Será posible? O tendremos que darnos algún día otro tipo de discusión. Porque hemos creado una civilizaciones en la que estamos, hija del mercado, hija de la competencia, que ha deparado progreso material portentoso y explosivo.
Pero lo que fue la economía del mercado a creado sociedades del mercado.
Y nos ha deparado esta globalización, que significa mirar por todo el planeta.
Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros. Es posible hablar de solidaridad y de que estamos todos juntos en una economía que esta basada en la competencia despiadada. Hasta donde llega nuestra fraternidad.
Nada de esto lo digo para negar la importancia de este evento, no, es por el contrario, el desafio que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis actual no es ecológica sino política, el hombre no gobierna hoy. La fuerza que ha desatado, sino que la fuerza que ha desatado los gobiernan al hombre.
La vida, porque no venimos al planeta para desarrollarnos en términos generales. Venimos a la vida intentando ser felices. Porque la vida es corta y se nos va y ningún bien vale como la vida y esto es elemental.
Pero si la vida se me va a escapar trabajando y trabajando para consumir un plus, y la sociedad de consumo es el motor. Porque en definitiva si se paraliza el consumo o se detiene, se detiene la economía y si se detiene la economía que es el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros. Pero
ese hiperconsumo a su vez es el que esta agrediendo al planeta y tienen que generar ese hiperconsumo cosa que no es poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica no puede durar más de mil horas prendidas, pero hay lamparitas eléctricas que pueden durar 100 mil, 200 mil horas, pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que tener una civilización de uso y tire y estamos en un círculo viciosos.
Estos son problemas de carácter político que nos están diciendo la necesidad de empezar a luchar por otra cultura.
No se trata de plantearnos volver al hombre de las cavernas, ni tener algún monumento del atraso. Es que no podemos indefinidamente continuar gobernados por el mercado, sino que tengamos que gobernar al mercado, por ello digo que el problema es de carácter político.

Y en mi humilde manera de pensar. Porque nuestros viejos pensadores definían, Epicuro, Seneca y los Aymara: Pobre no es el que tiene poco, sino que verdaderamente pobre es el que necesita infinitamente mucho y desea y desea y desea más y más. Esta es la clave de carácter cultural; entonces, quiero saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y los voy a acompañar como gobernante, porque se que alguna de las cosas de la que estoy diciendo rechinan, pero tenemos que darnos cuenta.
La crisis del agua, la crisis de la agresión al medio ambiente. No es una causa, la causa es el modelo de civilización que hemos montado, y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
¿Por qué? Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay 3 millones de habitantes, un poco más, 3 millones 200, pero hay unas  13 millones de vacas que son  que son de las mejores del mundo, unas 8 o 10 millones de ovejas estupendas, mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne, es una penillanura, casi el 90% de su territorio  es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores lucharon mucho por las 8 horas de trabajo, ahora el que consiguiendo 6 horas, pero el que consigue 6 horas se consigue dos trabajos, por lo tanto trabaja mucho mas que antes, ¿por qué? porque tiene que pagar una cantidad de cuotas, la motito que compró, el autito que compró y paga cuotas y paga cuotas, es cuando quiera acordar es un viejo reumático como yo y se le fue la vida y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas son muy elementales, el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad, tiene que ser a favor de la felicidad humana, a favor del amor, arriba de la tierra, de las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental, porque precisamente que eso es el tesoro más importante que tiene, cuando luchamos por el medio ambiente el primer elemento del medio ambiente se llama La Felicidad Humana.
Gracias.



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