domingo, 23 de septiembre de 2012

Ser como niños

La felicidad alarga la vida.
Hoy (Domingo) hemos tenido una comida familiar, cómo siempre abundante, a pesar de los tiempos que corren (No tenemos remedio), pero que le vamos a hacer. Cuando nos vemos con los hijos damos todo lo que se puede esperar de nosotros, así somos los padres abnegados. Resulta que, bien por la alegría del momento o por mi gusto de hacer de vez en cuando el payaso (para mi es una manera de aparcar los problemas del día a día, y servir de hilo conductor con la felicidad que siento en mi interior). Pues me han llamado la atención.


Al llegar a mi casa, por costumbre repaso los aconteceres del día, y hoy he reflexionado sobre la persona de Jesús de Nazaret cuando nos pide “ser como niños”. Y parece que nos extraña. Un niño, una niña, son proyectos de hombre y de mujer. Parece algo incompleto. Y sin embargo, si observamos a los pequeños observamos auténticas llamaradas de paz y de alegría, de bondad e inteligencia. La vida no les ha amargado y tienen muchas expectativas por delante. Es por ello que, nos dice que sirvamos y que busquemos ser servidos. Servir es ofrecer solución a los problemas o necesidades de nuestros semejantes. Servir es entregarse, ¡¡qué hermoso!!. Jesús de Nazaret siempre nos propone algo paradójico, de difícil explicación de acuerdo con nuestros criterios y, sin embargo, bello y lleno de amor. “Sed como niños

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