Todos hemos escuchado que "reír es la mejor medicina" o "quién canta, sus males sorprenden".
Esto no es solo un dicho popular. El canto, la risa o una simple sonrisa activan y desencadenan la producción y liberación de endorfinas, que se conocen como las hormonas de la felicidad y la longevidad.
Tratar de ser felices es cultivar nuestras cualidades y virtudes, es cultivar buenos pensamientos, tratando de mantenernos positivos. Es rodearnos de personas positivas, es traer la alegría dentro de nosotros al difundirla a nuestro alrededor.
La alegría se hace presente cuando apreciamos las pequeñas cosas de la vida, al darnos cuenta de que en los detalles y la simplicidad podemos encontrar algo especial, como ver una hermosa flor o una hermosa puesta de sol, o, simplemente, en el acto de dar o recibir un regalo. mayor atención
Por todo esto, la autoestima es muy importante, porque primero tenemos que amarnos a nosotros mismos y sentirnos en equilibrio con nosotros mismos, para que luego podamos disfrutar la vida al verla como un proceso de aprendizaje, con el objetivo de nuestro crecimiento y evolución.
Por lo tanto, vivamos el momento presente intensamente y disfrutemos el regalo de la vida. Cantemos, bailemos, viajemos, trabajemos y vivamos con gran amor, no solo por nosotros, sino por todos los que nos rodean.
Usemos este día para aumentar nuestra vida con más alegría, más confianza en momentos de paz y felicidad cada vez menos espaciados. ¡La risa es una "medicina sagrada"!
Este post está especialmente dedicado a mi amiga Auxi, que en estos días, está trabajando por mejorar su estado anímico. Otr@s ya pasamos por esta fase de la vida y conseguimos superarla. Tú ¡también lo conseguirás!
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