Cada vez que algo sale mal, lo corregiremos, pues tenemos la
oportunidad de comenzar de nuevo.
Si las llaves que usamos no han abierto las puertas que queríamos,
si los errores momentáneos nos han llevado al desánimo, es hora de usar las
fuerzas de la naturaleza, de las cuales somos hijos.
Todos los días todo vuelve a comenzar y, con cada amanecer,
hay una nueva oportunidad de comenzar un nuevo camino que nos puede llevar a un
mejor destino que antes.
No importa dónde nos detenemos o nos desanimemos. No
concentremos arrepentimientos en errores y problemas, no nos quejemos de la
vida y no desperdiciemos energía hablando de dificultades.
Miremos a nosotros mismos como un producto de la vida y la
naturaleza, que tiene un ciclo importante que cumplir todos los días. Si algo
no funcionó, pensemos en la magia de la cura milagrosa del "día
siguiente".
Veamos, sobre todo, lo maravilloso que es tener la oportunidad
de amanecer con el regalo de la vida, tener la oportunidad de arreglar lo que
salió mal ayer y poder intentar todo de nuevo, comenzando hoy.
Que hoy sea el comienzo de una fase para reforzar nuestra
gratitud al Creador, glorificándolo en la celebración de cada amanecer. Sin
duda, una bendición!
¡Un abrazo!
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