Nuestros deseos se miden por el grado de disposición que
tenemos para cumplirlos. Cuanto más valioso sea el deseo para nosotros, mayor
será nuestra voluntad de ganarlo, y esta intensidad es lo que determina,
también, nuestra fe para lograrlo.
El primer paso para no llegar a donde queremos ir es
decirnos a nosotros mismos que no tendremos éxito. Es bueno recordar la famosa
frase de Henry Ford: "Si crees que puedes, puedes. Si crees que no puedes,
tienes razón".
Nunca podemos imaginar llegar a la cima de la montaña si no
creemos que sea posible escalarla. Las posibilidades de éxito en cualquier
viaje dependen de la fe que tenemos en nosotros mismos y del grado de
conocimiento que se utilizará para enfrentar y superar los obstáculos.
La mejor manera de desarrollar la autoconfianza es comenzar
a hacer cosas que no estamos seguros de poder lograr.
En este caso, no nos importan demasiado los resultados, pero
hacemos una evaluación de lo que hemos hecho y de lo que podemos hacer para
mejorar.
Muchas personas, por no creer en su potencial, perdieron
años, se preocuparon por lo que no podían hacer y terminaron sin lograr lo que
realmente sabían.
Si queremos obtener resultados sólidos y constantes, la
motivación que nos llevará a alcanzar la meta y alcanzar la meta, sin duda,
vendrá de nuestro interior.
Que todos tengamos, con este lunes, el comienzo de una
semana llena de paz, muchas alegrías y logros.
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