Tenemos tanto que...

Gracias por mis brazos, cuando hay tantos mutilados.
Por mis ojos buenos, cuando hay tantos sin luz.
Por mi voz que canta, cuando tantos enmudecen.
Por mis manos que trabajan, cuando hay tantos que mendigan.
Por conservarme con salud.
Por el pan nuestro de cada día.
Por guiarme siempre por el buen camino.
Es maravilloso, tener un hogar donde volver, cuando hay tanta gente que no
tiene donde ir.
Es maravilloso, amar soñar, sonreír, cuando hay tanta gente que llora,
que odia, que se envuelve en sus pesadillas, y tantos que mueren sin nacer.
Es maravilloso, sobre todo, tener tan poco que pedir y tanto que
agradecerte.