martes, 14 de junio de 2011

¿Hacia donde nos dirigimos?



"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra."

 EL PRINCIPIO DE RITMO
"Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación."

Complejo pirámides giza
Este es uno de los siete principios que Hermes Trimegisto dejó en herencia para el conocimiento humano en el misterioso libro El Kybalion. ¿Nuestra sociedad está sumida en un cambio acelerado o se dirige inexorablemente hacia la autodestrucción?. Es lógico que nos hagamos esta pregunta porque estamos acostumbrados a que toda acción disponga de un propósito concreto previamente definido, una meta perfilada con caracteres rígidos, con la nitidez de un objetivo fotográfico de alta calidad. No tiene porque ser siempre Causa Efecto, se pueden hacer cosas por amor hacia los demás, sin esperar nada a cambio, pero en los tiempos que vivimos esta acción también sería una utopía. En todas las dimensiones existen procesos que impulsan el cambio, componentes que lo refuerzan y contribuciones que ayudan a su expansión. Todos estos cambios van dirigidos a la ampliación de la elección humana dentro de una sociedad que quiere ser cada vez más humanista, más libre y más fraternal. No hay duda de que una gran revolución ha empezado, una revolución que tiene que ver con un profundo cambio en el rumbo que la humanidad desea para sí misma. La incógnita es que no sabemos hacia dónde nos dirigirá tanto y tan rápido cambio.
No importaría cambiar si se tuviera un proyecto definido y transparente, pero en una sociedad en la que prima la mentira, la estorsión, la corrupción y la ley del más fuerte, el cambio hacia la perfección se me antoja dificil de conseguir.
Unidos en fraternidad.
Un buen consejo sería que cada mienbro de este mundo globalizado organizaramos nuestras vidas en torno a la belleza, la igualdad, la libertad, la verdad, el amor, la justicia, la paz, la armonía, y entonces a través de la interrelación humana construiremos un mundo mejor, un Templo en el que todos nos sintamos confortados.

1 comentario:

  1. Tengo ansias de que el péndulo regrese a los valores que me mueven. Ningún extremo es bueno, pero al menos habrá un momento de equilibrio mientras recorre su camino.

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