Buda y la felicidad I

¿Qué decía Buda sobre la felicidad? Quinientos años antes de Cristo ya existían los infelices y Buda decía que se podía salir de la infelicidad renunciando a muchos deseos de orden sexual y de otro tipo. Y ahora los científicos dicen que es preciso rediseñar una nueva tabla de compromisos: no se puede, cuando se tiene una vivienda, pretender una segunda; enseñar idiomas a los hijos y, por lo tanto, enviarlos a estudiar al extranjero; enrolarlos en la escuela más cara y famosa; tener varios coches, demasiado seguidos; compaginar la carrera con un segundo trabajo. Para ser algo más precisos, los expertos están sugiriendo que en la tabla de compromisos se puede incluir cualquiera de estos objetivos, pero no todos a la vez.

Sin ningún género de dudas, el camino que lleva al cese del sufrimiento o infelicidad incluye «el recto esfuerzo». Los mejores psicólogos, uno de ellos de origen húngaro, con un nombre imposible de articular y que en la actualidad enseña en California, hablan de «sumergirse en el flujo». Es preciso no sólo esforzarse mucho en algo, sino dejarse embriagar por ello, ya sea un gran amor, un deporte, una profesión o trabajar las tardes de los domingos. Todo menos pasarlo, aburrido, viendo la televisión.

 

Por qué más es menos