Estarán Ustedes conmigo que, esta sociedad ha tocado fondo o techo, según quien lo vea. La forma de pensar de los últimos siglos nos ha llevado a una situación insostenible, tanto social, como ecológicamente. La actual crisis económica y financiera es fruto de este pensamiento llevado a sus límites. Es, pues, evidente que hay que cambiar esa vieja forma de pensar ¿cómo hacerlo?¿utopía? No, simplemente igual que hacemos con los edificios que se hacen viejos y le salen grietas ¡Reforma integral!
Estoy convencido que, para llegar a otro modelo social, habría que llegar a deconstruir y regenerar la base material y estructural de nuestra sociedad, empezando por cambiar las estructuras políticas desde los niveles más locales.
Fomentar una educación que separe al hombre de su esclavitud moral, formadas por la corrupción, la ignorancia, el fanatismo, la envidia, la intolerancia y la ambición sin límites. Cambiando nuestro creciente nomadismo obligado para conseguir recursos básicos para subsistir. Tendríamos para ello que volver a crear cercanía recolocando los nodos de producción, aumentando a su vez la autogestión y el control de los procesos productivos.
Sería lógico pensar que la utilización del transporte colectivo y en especial los medios de transporte no motorizados (bicicleta y caminar) tendrían que ser la espina dorsal de nuestra forma de movernos por nuestro entorno más cercano.
Sería lógico pensar que la utilización del transporte colectivo y en especial los medios de transporte no motorizados (bicicleta y caminar) tendrían que ser la espina dorsal de nuestra forma de movernos por nuestro entorno más cercano.
En definitiva, en otro nuevo modelo habría que impulsar un decrecimiento controlado desde la valiosa experiencia que nos ha enseñado el camino hacia un nuevo escenario para no volver a reproducir errores del pasado.¿cómo? con conceptos relativamente sencillos de llevar a cabo, con un cambio profundo en la mentalidad de la sociedad que haga posible comenzar su propio proceso de madurez para conseguir retomar las riendas de su destino. Es ahí donde está la clave de esta cuestión, es esta la diferencia entre la realidad y la utopía, una delgada línea cuyo trazado debemos conocer.
Nuestro edificio tiene buenos cimientos y una estructura de pilares que solo habría que reforzar, sólo hace falta un buen arquitecto...
Continuará....
Querido amigo, como casi siempre, tienes toda la razón del mundo. Sí de este mundo, porque no hemos conocido otro que este en el que nos ha tocado vivir, ¡la lotería de la vida!
ResponderEliminarLa cuestión principal bajo mi humilde punto de vista es que para cambiar la sociedad, tenemos que empezar TODOS a cambiar por dentro. De nada vale que le cambies la fachada a una casa, si por dentro están destrozadas las cañerías, el sistema eléctrico es de pena y los muebles están con polillas. Hay que empezar esa reforma desde dentro para fuera porque si no, nada conseguiremos.
Enhorabuena por tu blog. Seguiré visitándote.
Saludos, Fran.