jueves, 5 de agosto de 2021

El arte de saber vivir

 




Facilitemos el encuentro con la felicidad, desechando los sentimientos negativos, nuestras heridas y resentimientos cotidianos.

Las heridas, el remordimiento, los recuerdos de acusaciones injustas y los agravios sufridos, practicados por alguien contra nosotros, son sentimientos que solo sirven para atormentar a quienes los llevan, provocando dolor y rabia.

Incluso cuando estemos seguros de nuestra inocencia, no busquemos el odio, no conspiremos para tomar represalias, porque estas actitudes perturbarán nuestra conciencia.

Y ella, la conciencia, tan divina y pura como es, sigue sus propias reglas inviolables, porque tarde o temprano, infaliblemente, nos cobrará por los excesos que practiquemos.

La tranquilidad y la paz mental solo se logran cuando se alimentan de las buenas acciones, el perdón y la valoración de las cualidades del prójimo, tal como queremos que se valoren las nuestras.

Debemos creer que todos tenemos más virtudes que defectos. Por tanto, los entendemos y los aceptamos como son, utilizando nuestro mejor sentido en "saber vivir" con las diferencias que son inevitables.

Tales actitudes nos garantizarán la paz y la tranquilidad que allanarán el camino para construir un futuro próspero y feliz.

¡Éste es el momento!, recordemos que, olvidar las heridas y no construir represalias, es mostrar fuerza y ​​sabiduría interior, liberándonos de cierto peso en la conciencia que nos afligía.

¡Un abrazo!

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