miércoles, 23 de octubre de 2019

Condición humana

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán le picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
  • Perdone, ¡ pero usted es terco !
  • ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?.
El maestro respondió:
  • La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar. Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida. 
  • No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. 

Querido amigo y amiga, todos nosotros tenemos dentro dos tipos de naturaleza, una instintiva e inferior y otra superior, pero no como el Alacrán, nosotros tenemos una razón que nos permite dominar la parte inferior y desarrollar la naturaleza superior.



La primera cosa es no ser el Alacrán de la historia. Hay que dominar esta naturaleza. Hay que dejar de herir por defenderse.
El segundo es que algunas personas te van a picar cuándo tú intentes ayudarlas, ya la mayoría te va a picar igual, aunque tú no hagas nada. En esto no reside el problema. El problema reside en tu cambio de actitud cuándo recibes las picaduras.
No dejes de confiar porque la vida te ha picado, pero has de saber elegir inteligentemente. No dejes de amar porque ten han picado, y no dejes de amarte a ti mismo primero. No dejes de saludar con alegría verdadera a los que te rodean, no dejes de buscar cada día la forma de superarte a ti mismo y vencer los desafíos.
Cada persona solo puede dar aquello que tiene. Así que si una persona es injusta en su interior, ¿cómo quieres tú esperar justicia de ella? Si alguien actúa como el Alacrán de la historia, a ti solo te queda tener aún más comprensión, y así como el Maestro, no bajarte al mismo nivel. Ya nos había enseñado el gran Maestro Jesús de Nazaret: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.”
Para finalizar. Percibe en tu vida cuando estás actuando como Maestro y cuando estás actuando como Alacrán. Domina tu naturaleza inferior para la florescencia de la superior.
Comprende que cada cual da de lo que tiene y mientras más da, más recibe. Bueno o malo. No esperes nada de nadie, haz todo sin ningún interés de recibir de vuelta. Haz la parte que te corresponde, pues nadie responde por los actos de los demás.
Cuando la vida te presente mil razones para llorar.
Demuéstrale que tienes mil y un razones por las cuales sonreír.

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