He atravesado un periodo difícil marcado por una avalancha de problemas que han coincidido desafortunadamente.
Han sido tantas las dificultades, que me han pensar injustificadamente que todo está mal y que no estaba en mi mano solucionarlo, es decir, en un momento dado la situación llegó a un punto en que me desbordó totalmente.
Con todo lo dicho
anteriormente a mis espaldas, el colmo ha ocurrido con el fallecimiento de una
persona muy cercana y querida por mí. En torno a este drama he podido observar hasta
qué punto puede llegar la especie humana en lo referente a la hipocresía, fingimiento,
doblez, falsedad, o llámenlo Ustedes como quieran. He presenciado como unos
hijos, fingían como plañideras en torno al cadáver de la madre (viuda) que dio su vida por ellos, a la cual abandonaron
y repudiaron hace 6 años. Esta falta de escrúpulos me ha hecho reflexionar sobre el valor tienen
los padres. Lo dice servidor que soy padre, abuelo y no tengo la suerte de conservar
unos padres que se marcharon muy jóvenes al Oriente Eterno.
Como acostumbro en los
casos en los que reflexiono, echando mano de un antigua Biblia que conservo, y
como absorbido por la inercia, me he topado con una frase que hacía mucho
tiempo no escuchaba “Honra a tu padre y a tu madre” Éxodo
20:12;
no es sólo un precepto religioso, sino un importante principio espiritual en
nuestro camino para alcanzar la paz interior y la realización.
Existen ciertas personas a
quienes nunca podremos pagar de vuelta los regalos que nos han otorgado, y las
primeras y principales de esas personas son nuestros padres quienes nos
trajeron a este mundo. Esto no quiere decir que siempre debemos estar de
acuerdo con nuestros padres, tampoco quiere decir que tenemos que estar
alrededor de ellos si son destructivos para nuestro crecimiento personal. Aun
así, pese a cualquier cosa, podemos honrar a nuestros padres al honrar la vida
que nos dieron.
Sentir una profunda
apreciación por el regalo que nuestros padres nos dieron, el regalo de la vida,
es más importante que cualquier acción física que podamos llevar a cabo a favor
de ellos.
De las plañideras, mejor no
sigo escribiendo.
Muy cierto. Sigue escribiendo Manuel, lo haces muy bien
ResponderEliminarMuchas gracias. Así da gloria jajaja
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