Amanecer en Estepona |
Desconozco
si a ustedes le pasa, pero a veces tengo la sensación de ir demasiado deprisa a
los sitios, que necesito hacer más, aprovechar más el tiempo y que en un hueco
que hay en la agenda hay que meter algo nuevo que hacer. Pronto algún moralista
diría que tengo el riesgo de caer en el activismo. Pero eso ahora no es la
cuestión. Voy al diagnóstico de los hechos y luego analizaremos cómo lo podemos
arreglar.
En
ocasiones tengo la impresión, como les cuento, por ejemplo cuando disfruto de
un café a la orilla del mar o de una cervecita con los amigos, que debe pasar
más rápido el tiempo para llegar antes a la próxima cita con la agenda. Digamos
que tengo la sensación de vivir acelerado. Precisamente a la orilla del
mediterráneo en una de estas tardes bellas que el otoño nos está regalando y el
sol del atardecer se colorea como anaranjado me ayudó mucho precisamente un
comentario que surgió sobre los bailes latinos, tango, salsa… Un, dos tres,
cinco, seis, siete.
Amanecer en Estepona 2 |
Por
mucho que queramos correr, el compás es el compás; el ritmo es el ritmo y por
muy rápido que quisiéramos dar los pasos y correr más la salsa sigue con su
ritmo. La vida sigue con su ritmo. Y por muy rápido que queramos hacer las
cosas el sol sigue saliendo, más o menos a la misma hora, y poniéndose, más o
menos a la misma hora. El ritmo que queremos imprimir a la vida pasa
necesariamente por la misma vida. Por muy rápido que queramos cambiar, todo
tiene su tiempo. Por muy rápido que deseemos mejorar, todo tiene su ritmo, su
compás.
El
tiempo está para servir de medida no para ser esclavos del tiempo, apretándolo
hasta que se desemboca en el estrés, ansiedad… y finalmente depresión. Es
cierto que la pereza es una tendencia que es buena desterrar. Pero una cosa es
la pereza y otra es que apenas nos de tiempo de saborear todo lo que de bueno
cabalga con el tiempo, todo lo que de bello nos regala el nuevo día, la jornada
que progresivamente se va desplegando frente a nuestros ojos. Tenemos todo un
día por delante, por eso te sugiero que lo disfrutemos a ritmo de salsa, a
ritmo de vida, poniendo la atención en cada cosa que hagamos. Que ya llegará el
próximo compás.