jueves, 9 de mayo de 2024

Equilibrio


Honestidad

Dominemos las situaciones en lugar de dejarnos dominar por ellas. Además del Creador, somos los únicos dueños de nosotros mismos.

Podemos y debemos ser humildes, cariñollosos, equilibrados, sin embargo, no tenemos miedo de actuar enérgicamente cuando el momento lo exige, porque no es lo mismo actuar con energía, con mano firme, que actuar con violencia. Ser bueno y honesto no es decir sí a todo y a todos. Es pensar, decidir y actuar correctamente.

Jesús de Nazared también actuó con firmeza, sin perder por ello la autoridad moral, y es el mejor ejemplo que ha tenido la humanidad de que todos podemos ser firmes en nuestras posiciones, sin perder la compostura que nos puede quitar la razón.

Pero la decisión es nuestra y ser feliz es consecuencia de nuestras elecciones. Si pensamos o queremos seguir el ejemplo de Jesús, sus preceptos y enseñanzas, se abre o se abrirá ante nosotros un camino seguro y sereno hacia la felicidad.

Equilibrio y mesura
Pero, para lograrlo, recordemos que debemos ser dueños de nuestras acciones y circunstancias, y no esclavos de ellas. ¡Con la mente puesta en el Creador, las decisiones siempre serán correctas y precisas!

martes, 7 de mayo de 2024

Hagamos el bien


La bondad siempre ha sido una cualidad admirable. Ayudar a los demás es algo que los seres humanos han hecho desde el principio de los tiempos, y es una práctica que sigue siendo muy importante en la actualidad. Hacer el bien a los demás nos ayuda a crecer como personas, nos conecta con nuestra comunidad y nos da una sensación de satisfacción personal.

Ahora es el momento decisivo para que hagamos el bien. Mañana, probablemente, el próximo no estará tan cerca, el amigo habrá desaparecido, la dificultad será mayor, la enfermedad se habrá vuelto más grave y la herida aparecerá más extendida.

El problema puede volverse más complicado y no se repetirá la oportunidad de ayudar. La buena semilla plantada ahora es garantía de una valiosa producción en el futuro.

Una palabra útil, dicha sin medida, será siempre una luz en el ambiente en que vivimos. Si deseamos ser perdonados por alguna falta, acerquémonos a aquellos a quienes hemos herido y revelemos nuestro propósito de corrección.

Si nos proponemos ayudar a nuestro prójimo, ayudémoslo sin demora, para que la bendición de nuestra práctica fraterna responda a las necesidades de nuestro Hermano, de manera eficiente.

No nos quedemos dormidos ante la posibilidad de hacer el bien y hacerlo lo mejor que podamos. No nos quedemos en una expectativa inoperante, cuando podemos contribuir a la alegría y a la paz.

Recordemos que, posponer el bien que podemos realizar es perder el tiempo y, en cierto modo, frustrar las expectativas Divinas y la misión terrena que, por el Creador, nos ha sido delegada.