Apostamos por nosotros mismos, dándonos siempre una segunda oportunidad. Actuemos con compromiso y confianza, y todo encajará. No nos sintamos disminuidos por no poder resolver un problema de inmediato. Nadie es mejor que nosotros.
Ampliemos nuestro horizonte y lograremos mucho más de lo que imaginamos. Bendigamos la vida, aun con las dificultades y luchas que nos presenta. Las fases desfavorables también pasan.
El mantenimiento de pensamientos negativos potencia los problemas dificultando aún más las soluciones. No hagamos las cosas más difíciles de lo que ya son.
En cada momento y cada día, reforcemos nuestro optimismo y pensemos solo en cosas positivas. En nuestras dificultades oremos y busquemos la protección de Dios, que es infalible, y las soluciones vendrán con calma.
Que este lunes se llene de la presencia de Dios, y nos traiga una semana de progreso y buena salud en nuestras vidas.