lunes, 28 de junio de 2021

La paciencia es la Maestra de la vida

No nos dejemos llevar por las prisas, ejerciendo siempre la gran virtud de la paciencia. La oportunidad que tenemos de entrenarla es precisamente en momentos de incomodidad e incluso de falta de preparación.

Si estamos atravesando un momento como este, de dificultades y de gran preocupación, no perdamos la oportunidad de ejercitarlo. La impaciencia y la prisa, casi siempre, se suman a nuestro sufrimiento.

Tengamos un poco más de tranquilidad, busquemos el refuerzo de la paz interior, pongámonos en oración a nuestro Creador que es la mayor fuerza a nuestra disposición, y pronto aparecerá la idea más adecuada para la solución de nuestros problemas.

Apliquemos el antiguo y sabio proverbio latino: "Pacientia est magistra vitae", la paciencia es la Maestra de la vida. Pues bien, como Maestra, siempre es una excelente compañera ante cualquier obstáculo. Así que seamos pacientes con nosotros mismos porque sí, nos merecemos todas las oportunidades.

Busquemos siempre la calma necesaria para encontrar mejores soluciones a nuestros problemas y lleguemos a la conclusión de que no eran tan grandes y serios.

Comencemos la semana con este firme propósito, y todo será igual de fácil. ¡Perseveramos, pacientes!

¡Un abrazo!




martes, 8 de junio de 2021

CUIDADO con las palabras y los pensamientos

Cuando hablamos mucho de algo, empieza a estar presente en nuestras vidas, de forma natural. Es la fuerza mental en acción. Las palabras van acompañadas de vibraciones, que pueden repeler o atraer cosas buenas o malas.

Por eso, siempre es bueno hablar solo de temas sanos y agradables, evitando aquellos de carácter dañino y destructivo provenientes de las personas con las que convivimos, e incluso de los medios de comunicación, que presionan por noticias negativas ya que tienen mayor repercusión.

Por otro lado, seamos optimistas, no hablemos como enfermos, aunque estemos pasando por un problema de salud, y no destaquemos ninguna etapa mala, ni económica ni relacional. Háganos saber cómo usar nuestra fuerza interior.

Desarrollemos esta fuerza tomando el "elixir" de la fe en Dios y en nosotros mismos. Este refuerzo nos ayudará a no desanimarnos, y también a beber la "pócima" de esperanza y amor que debe guiar todas nuestras actitudes.

Esta fuerza que viene de dentro debe ser siempre pacífica, debe promover nuestro bienestar y llevarnos a la práctica de la caridad sana, ayudando a los más necesitados, comenzando por los que nos rodean.

Desde este momento, busquemos armonizar nuestra "fuerza interior" cada día en beneficio de nosotros mismos y de todos los que conviven con nosotros. Y, creamos, ¡siempre tendremos respuestas positivas!