1. No guardes rencor.
Guardar rencor tiene muchos efectos
perjudiciales sobre tu bienestar, incluyendo aumento de la depresión, la
ansiedad y el estrés. Si dejas de lado todos tus rencores, obtendrás una
conciencia clara y suficiente energía para disfrutar de las cosas buenas de la
vida.
2. Sé amable con la gente.
¿Sabías que se ha demostrado científicamente que ser amable te hace más feliz?
Cada vez que realizas un acto desinteresado tu cerebro produce serotonina, una
hormona que alivia la tensión y levanta el ánimo. Además, el trato de las
personas con amor, dignidad y respeto también te permite construir relaciones
más fuertes.
La palabra “problema” no es parte del vocabulario de una persona feliz. Un
problema es visto como un inconveniente, una lucha o una situación inestable,
mientras que una oportunidad es vista como algo positivo, como una tarea, un
desafío, un reto. Cada vez que te enfrentes a un obstáculo, trata de verlo como
una oportunidad para progresar o para aprender algo de él.
4. Expresa gratitud.
Todos tenemos algo por lo que estar agradecidos: alguien que nos quiere, un
cuerpo sabio que nos alerta cuando estamos enfermos, un trabajo que nos gusta,
una oportunidad que nos brinda la vida para aprender algo de ella, etc.
5. Escribe cada vez que te suceda
algo bueno.
Puedes empezar anotando tres cosas buenas que te hayan ocurrido durante el día,
por qué pasaron cada una de ellas y cómo hubiera sido tu día si no hubieran
ocurrido. Pensar en lo positivo te hace sentir feliz.
6. Sueña a lo grande.
Si sueñas grandes metas tienes más posibilidades de lograr tus objetivos que
los que no lo hacen. Si te atreves a soñar en grande tu mente se pondrá en un
estado enfocado y positivo.
La vida es demasiado corta para ponerte nervioso sobre situaciones triviales.
Si dejas que las pequeñas preocupaciones se vayan podrás disfrutar de las cosas
más importantes en la vida.
8. Habla bien de los demás.
Decir cosas buenas de los demás te ayuda a tener pensamientos positivos, sin
prejuicios. Lo contrario te hace sentir culpable y resentido.
9. Nunca pongas excusas.
Benjamin Franklin dijo una vez: “El que es bueno para dar excusas es rara vez
bueno para nada más.” No pongas excusas o culpes a otros de tus propios actos;
asúmelos de manera proactiva.
10. Vive el presente.
No vivas en el pasado o te preocupes por el futuro. Saborea el presente. Déjate
sumergir en lo que estás haciendo en ese momento.
11. Despierta a la misma hora todas
las mañanas.
¿Has notado que muchas personas felices tienden a ser más madrugadoras? El
despertar a la misma hora todas las mañanas estabiliza tu ritmo circadiano,
aumenta la productividad, y te pone en un estado de calma y centrado.
Todo el mundo trabaja a su propio ritmo, así que ¿por qué te comparas con los
demás? Serás más feliz si te centras en tu propio progreso y alabanza que si lo
haces en el de los otros.
13. Elige bien a tus amigos.
Es importante rodearte de personas optimistas que te estimulen a alcanzar tus
metas. Cuanta más energía positiva tengas a tu alrededor, mejor te sentirás
contigo mismo.
14. No busques la aprobación de los
demás.
Sigue tu propio corazón sin que te importe lo que los demás piensen de ti; es
imposible complacer a todos. Escucha lo que tengan que decir las personas que
te importan, pero nunca busques la aprobación de nadie, sino la tuya propia. No
dejes tampoco que los pesimistas te desanimen.
15. Tómate el tiempo para escuchar.
Habla menos, escucha más. Escuchar mantiene tu mente abierta a otros puntos de
vista y sabidurías. Cuanto más intensamente escuches, más en calma tendrás la
mente.
16. Fomenta las relaciones sociales.
Es importante tener relaciones fuertes y saludables. Encuentra tiempo para ver
y hablar con tu familia, amigos o pareja.
17. Medita o silencia tu mente.
Meditar ayuda a encontrar la paz interior. No tienes que ser un maestro zen
para llevarlo a cabo. Saber silenciar tu mente en cualquier lugar y en
cualquier momento que necesites te ayudará a calmar tus nervios. Si te cuesta,
empieza por restar en silencio.
La comida basura te hace inactivo y perezoso, y es difícil ser feliz cuando
estás en ese tipo de estado. Todo lo que comes afecta directamente a la
capacidad del cuerpo para producir hormonas, lo que determinará tu estado de
ánimo, la energía y el enfoque mental. Asegúrate de comer alimentos que
mantengan tu mente y tu cuerpo en buena forma.
19. Haz ejercicio.
Los estudios han demostrado que el ejercicio aumenta los niveles de felicidad.
El ejercicio también aumenta tu autoestima y te da un mayor sentido de
auto-realización.
20. Vive mínimamente y en orden.
Mantener un entorno saludable en el hogar favorece la productividad. Al
incrementar las prácticas de auto-regulación en tu casa también se extenderá a
otras áreas de tu vida, como los objetivos y las finanzas. La casa es un
reflejo de ti mismo. El desorden en la casa te hace sentir abrumado y
estresado.
21. Cuídate de ti mismo.
Tómate el tiempo para cuidarte de ti mismo (darte un masaje, una ducha caliente
relajante, lavarte el pelo con el champú que tanto te gusta, ponerte una crema
corporal que te hidrate, etc.). Hacerlo te ayudará a aumentar tu nivel natural
de energía.
Mentir estresa y corroe la autoestima. La verdad te hará libre. Ser honesto
mejora tu salud mental y construye la confianza de otros en ti. Sé siempre
veraz y nunca pidas disculpas por ello.
23. Establece control personal.
Elije tu propio destino. No dejes que los otros te digan cómo debes vivir tu
vida. Estar en control total de tu propia vida trae sentimientos positivos y un
gran sentido de autoestima.
24. Acepta lo que no se puede
cambiar.
Una vez aceptado el hecho de que la vida no es justa estarás más en paz contigo
mismo. En lugar de obsesionarte con que la vida es injusta, céntrate sólo en lo
que puedas controlar y cambiar para mejor.
25. Tararea o canta una canción
alegre cada día.
Cantar te da energía muy positiva y levanta el ánimo.