La Vida |
Hoy, quiero compartir un magnifico artículo
publicado en La Vanguardia ,
escrito por la periodista Ángeles Caso.
Dejo a Ángeles que nos transmita el contenido
precioso de sus palabras. Nada más. Espero que disfrutes con su lectura tanto
como yo al recibirlo de personas muy queridas para mí. Saludos cordiales
La sonrisa es un síntoma de felicidad y plenitud |
Será porque tres de mis más queridos amigos se
han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O
porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada
material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día
aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia,
he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a
colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la
sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su
aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación - de que
empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.
Amor sano, amor sincero, amor verdadero... |
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo
piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a
base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se
meten en líos.
Señalo con el dedo a los hipócritas que
depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa
con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan
cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y
exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
El tiempo se escapa sin darnos cuenta |
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no
quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis
amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la
cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los
cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la
noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás,
podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté
tranquila. También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico
por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar.
La inocencia de la niñez |
Quiero toda la serenidad para sobrellevar el
dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a
diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve
la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada.
Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna
tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase.
Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que
valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O
todo.
Lo tengo todo, no me falta de nada. Soy feliz |