Luces y sombras |
Todos somos luz y oscuridad, sol y sombra, ángel y demonio, grandeza y miseria. Sólo el necio se siente divino, suprahumano y perfecto, pero las personas que buscan la sabiduría asumen y aceptan sus debilidades y miserias, sus vergüenzas de hoy y sus nobles acciones de mañana…
Dual |
“Un lobo, un tigre, una vez hartos, dejan los restos para sus compañeros. Sólo el hombre, una vez harto, niega lo que le sobra a su hermano y le deja morir de hambre a las puertas de su despensa. Esta actitud es privativamente humana”. Esto es verdad, pero también es verdad que millones de hombres y de mujeres, esforzados, sacrificados y generosos, con sus vidas, con su profesión, con su ciencia van haciendo el bien por donde pisan.
Ángel y demonio |
Las investigaciones, la ciencia, el arte, el progreso, los innumerables adelantos están ahí. Los logros obtenidos de cien años a esta parte son incontables y admirables, pero ¿en qué hemos adelantado los seres humanos como personas? ¿Somos hoy mejores personas, más solidarias, generosas, humildes y bondadosas que nuestros antepasados de la Edad Media?
Admitamos nuestra miseria y nuestra grandeza, nuestras luces y nuestras sombras, y desde la humildad y la realidad de lo que somos, tratemos de dar protagonismo en nuestras vidas a esa “persona buena” que todos llevamos dentro.
REFLEXIÓN: